Aunque la visita de hace unos días a la tierruca fue express (de viernes por la tarde a lunes por la mañana), pudimos disfrutarla a tope y aunque parezca mentira ha sido una de las veces que más cosas hemos hecho, desde relax en balneario a paseo fluvial con cocido montañés incluido, pasando por super celebración de cumple con amigos y carrera cicloturista, ¿alguién da más? :)
El viernes por la tarde llegamos a Liébana, uno de los valles más bonitos de Cantabria y famoso por servir de acceso a los Picos de Europa vía Potes - Fuente Dé, sobre las 5, con la hora justita para disfrutar de una sesión de relax en el Balneario de La Hermida, que habíamos cogido bastante tiempo atrás en Groupon. De hecho, el gastarla ese día con el poco margen de tiempo que teníamos era porque caducaba al día siguiente, así que tocaba acelerar un poco y ya el descanso vendría después.
Con las prisas se nos olvidó hacer una foto al edificio, que encajado en el desfiladero del mismo nombre, resulta cuanto menos sorprendente. Suerte que en la web siempre se pueden encontrar fotos...
Dentro de la zona del balneario tampoco hicimos fotos ya que no llevábamos cámara, pero en su web aparecen bastantes que dan una idea de lo que se puede disfrutar en su interior.
En nuestro caso al tener el Groupon habíamos tenido que llamar para reservar unos días antes y nos habían dado cita para las 17.30. En el cupón te indican las condiciones, tienes que llevar chanclas, bañador o biquini, toalla o albornoz y gorro de baño. En caso de no disponer de ello puedes adquirirlo allí, el albornoz en alquiler por 2,50 € y el gorro de baño y las chanclas comprarlos por 5,60 y 2,50 € respectivamente.
Al llegar se debe acceder a la recepción del Hotel y ahí nos indican cómo llegar al balneario. En la recepción de este último nos proporcionan una llave para la taquilla y nos dan las indicaciones a seguir: cambiarnos en los vestuarios y dirigirnos con la toalla únicamente hacia la zona de spa, donde una chica muy agradable nos explicó el funcionamiento del mismo.
El circuito termolúdico que nosotros realizamos tiene un precio de 36 € por persona, aunque a nosotros nos había costado bastante menos con la promoción del Groupon para 2 personas.
Este circuito incluye ducha de limpieza, terma húmeda, pediluvio bitérmico de marcha, sauna finlandesa, baño de inmersión frío, baño hermida (vapor - agua), nebulización fría, vaporario del manantial, jacuzzi, piscina termal dinámica y ducha bitérmica.
El baño hermida que en la foto aparece decorado con velas no estaba así cuando estuvimos, aunque sí que era una de las zonas donde más a gusto se estaba.
La piscina termal tiene varios espacios: camas de hidromasaje, masajes cervicales, volcán de burbujas, puestos de hidromasaje a diferentes alturas, cortinas de agua... Y una de las cosas que más nos gustó, una zona en el exterior donde poder disfrutar del agua calentita mientras fuera hace frío o incluso llueve.
El agua brota de tres manantiales entre 55 y 60 ºC y sus propiedades minero medicinales están indicadas para tratar problemas como artrosis, psoriais, enfermedades respiratorias, estrés y otros muchos trastornos.
El tiempo máximo para disfrutar de las instalaciones nos dijeron que era de 1,5 horas, aunque no tenemos muy claro si lo controlaban o no. En nuestro caso estuvimos alrededor de una hora, nos dio tiempo a disfrutar de todas las zonas y como tampoco somos muy de agua enseguida nos dimos por satisfechos.
Las instalaciones del balneario están bastante bien, la piscina es grande, y aunque había gente no nos molestábamos unos con otros. Lo que quizá se podría mejorar son los vestuarios, algo pequeños y sin cambiadores, aunque cuentan con secadores de pelo. En general quedamos bastante contentos con la experiencia, ya la tercera vez que repetíamos en este tipo de instalaciones.
Tras esto pusimos rumbo a Cahecho, pequeño pueblo de la comarca donde habíamos reservado un apartamento para pasar la noche.
Esta zona es espectacular, la subida hacia el puerto de Piedrasluengas que comunica con la provincia de Palencia, por la que hay que subir para llegar al pueblo, perfectamente señalizado, da idea de lo que se puede encontrar por allí, rincones increíbles y paz y tranquilidad como en pocos sitios. Cuando llegamos al pueblo aún nos enamoramos más del lugar, y más aún si cabe tras conocer los apartamentos, Fuente de Somave. Nos dio mucha pena no disponer de más tiempo para disfrutar tanto de ellos como del entorno, definitivamente volveremos y esperamos no tardar mucho.
Cahecho es un pueblecito de unos 40 habitantes, que se encuentra a 846 metros de altitud y a 11 kilómetros de Potes, unos 15 minutos en coche. Por su situación privilegiada se le conoce como el Mirador de los Picos de Europa, ya que desde él se tienen unas vistas espectaculares de los alrededores. De hecho a la entrada del pueblo hay un mirador para disfrutar de ellas con tranquilidad.
Por él pasa además el GR 71, o Sendero de la Reserva del Saja, que en sus 8 etapas une la localidad cántabra de Bárcena de Pie de Concha con la asturiana de Sotres, en pleno corazón de los Picos de Europa
Habíamos hablado por teléfono con el dueño de los apartamentos avisándole de la hora de llegada y cuando llegamos nos recibió muy amablemente. La reserva la habíamos realizado con Booking por 50 € la noche y lo pagamos allí al llegar, ya que al día siguiente nos marchábamos pronto por la carrera.
El apartamento era enorme, de hecho era para 4 personas, y se dividía en 3 alturas. Contaba con 2 habitaciones dobles, una con cama de matrimonio en la planta superior y otra con dos camas individuales en la planta intermedia, junto a la puerta principal.
En la planta inferior se encontraban la cocina - comedor, donde había una pequeña televisión y todo tipo de utensilios de cocina y menaje, el balcón y el baño, que tenía bañera y un pequeño secador de pelo.
Nos resultó muy acogedor y disfrutamos mucho de las pocas horas que pasamos allí, lo recomendamos totalmente y estamos deseando volver.
La mañana siguiente nos levantamos pronto para bajar a Potes, de donde salía la carrera cicloturista. Amaneció cubierto e incluso durante la salida llovió un poco, pero al rato empezó a despejar y quedó una mañana espectacular. Mis tíos habían subido a pasar el fin de semana con unos amigos y estuve con ellos dando un paseo y esperando la llegada de José. Pudimos disfrutar de Potes que, aunque no es un pueblo muy grande y hemos estado mil veces, es un lugar donde siempre se quiere volver, tiene un montón de rincones que lo hacen a la vez acogedor y especial.
Además, en esta época las cumbres de Picos de Europa aún tienen nieve, lo que las convierte en un fondo incomparable. Y si a esto se une una gastronomía rica y variada en la que destacan las carnes y el famoso cocido lebániego de garbanzos, poco más se puede pedir...
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