Tras posponerlo el día anterior por el mal tiempo, este era uno de los días grandes del viaje, ya que por la mañana íbamos a recorrer el Lago di Braies y por la tarde las Tre Cime di Lavaredo.
Habíamos dormido con la furgo en el parking del Lago di Braies para levantarnos pronto (a las 5.30 nada menos!) e intentar disfrutar con tranquilidad de las primeras luces del día en el lago.
Por desgracia no es posible del todo, ya que incluso a esa hora hay gente, aunque tenemos que reconocer que no demasiada y podemos hacer fotos con calma.
Definitivamente el madrugón merece la pena, el lugar es espectacular y muy fotogénico, aunque sabemos por los compañeros de viajandonuestravida que alguna de las fotos más chulas son desde el embarcadero de madera. Como el acceso a esa hora está cerrado (abren de 9 a 19 horas para alquilar las barcas por 20 €/hora) decidimos meternos al agua para llegar a la plataforma delantera, evidentemente mojándonos más de lo esperado pero el resultado mereció la pena.