Tras pasar la mañana en Lugo, el cuarto día de roadtrip por tierras Gallegas nos llevaba definitivamente hacia el interior. Tras varios días de costa y ciudades necesitábamos volver a lo que más nos llena: la montaña.
Así que pusimos rumbo a los Ancares, otro de los objetivos principales del viaje, y donde esperábamos conocer su cultura y hacer alguna ruta.
En lugar de la autovía volvimos a decantarnos por carreteras comarcales menos transitadas y que nos fuesen sorprendiendo con lugares especiales de la zona, como el Monasterio de San Julián de Samos, en el que es posible visitar sus claustros y alojarse ya que es albergue para peregrinos del Camino de Santiago.