domingo, 20 de agosto de 2023

Roblelacasa, El Espinar, Campillejo y Tamajón

 

Roblelacasa

Esta localidad, además de por su arquitectura negra como el resto de pueblos de la zona, es popular porque desde ella se puede llegar caminando a las cascadas conocidas como Pozos del Aljibe. 


Pero mucha gente pasa por alto que cerca de aquí hay otro lugar muy interesante, el puente del río Jaramillo, también conocido como Puente de la muralla china por las formaciones rocosas que lo rodean. 

Está apenas a 4 km de Roblelacasa pero la carretera es una pista forestal asfaltada con curvas pronunciadas y fuertes desniveles en algunos puntos. Aunque nada imposible y las vistas merecen la pena. En nuestro caso no continuamos al otro lado del puente, había una máquina trabajando pero creemos que se podía pasar y por esa carretera se puede seguir hasta el mirador de Corralejo. Pero nosotros no queríamos que se nos hiciera tarde para hacer la ruta antes de que hiciera calor. 


También de esta carretera sale una pista de gravilla hacia el pueblo semi-abandonado de Matallana, desde donde habíamos visto se podía acceder a las cascadas en menos tiempo, pero había una señal de prohibido salvo vehículos autorizados y lo descartamos. Aunque el haber explorado a estas primeras horas del día nos regaló poder ver un par de corzos en libertad. 



En Roblelacasa el aparcamiento se encuentra en la parte alta del pueblo y es una opción ideal para pernoctar si se viaja en camper o autocaravana. Además de ser una explanada amplia y nivelada, sin ruido en los alrededores y buenas vistas, junto a él hay paneles informativos de la zona y una pradera con porterías y un tobogán para que disfruten los más peques, aunque cuando estuvimos nosotros había bastantes vacas.



Este barrio de Campillo de Ranas, a unos 4 km de él, está situado en la vertiente septentrional de la sierra de Ayllón cerca del pico Ocejón.

Las viviendas originales son de una planta con cámara y cubierta con los característicos faldones. En esa planta baja se ubica la cocina hogar, recinto principal de la casa al que se abre la boca del horno, adosada a la fachada y que da el característico aspecto exterior de planta semicircular. 


Esta aldea está en plena naturaleza, rodeada de montes cubiertos de jaras, y en ella se conserva una iglesia con aleros de pizarra y porche con estructura de troncos de madera. 



En el centro del pueblo hay una plaza con fuente de agua potable y aunque había algunas casas en obras se respira una gran tranquilidad. 



Además en la entrada según se llega por la carretera hay un pequeño parque infantil y junto a él una especie de parada de autobús que hace las veces de biblioteca con libros disponibles para todo el mundo, algo que nos encanta cada vez que lo vemos. 


La ruta de los Pozos del Aljibe es un recorrido circular señalizado como PR-GU 09 (marcas blancas y amarillas) que pasa además de las citadas cascadas por las localidades de Roblelacasa y El Espinar. 

Nosotros en lugar de hacerla circular optamos por ir y volver desde Roblelacasa y añadir la visita al despoblado de Matallana (coincidiendo con el PR-GU 02 en este tramo). Son aproximadamente los mismo kilómetros pero con un poquito menos de desnivel y nos interesaba conocer Matallana ya que El Espinar lo visitaríamos después en coche. 


Iniciamos la ruta atravesando el pueblo para salir de él por la parte sur. Toda la info y track está en Wikiloc


Cogemos un camino cómodo que pasa por las fincas próximas, llenas de cercas, corrales y taínas típicas de la zona. 

 

Dejando Roblelacasa atrás avanzamos entre jaras sin prácticamente ningún árbol por lo que no podemos contar con nada de sombra aunque sí buenas vistas de los alrededores.



Tras un pronunciado descenso se llega al río Jarama, que se puede dejar a un lado y seguir hacia las cascadas o cruzar por un puente de piedra dirección Matallana y que fue lo que hicimos nosotros.

 

Por una senda entre robles (en esta época sin hojas), ascendemos hasta llegar a las primeras casas de la aldea.


Matallana, antiguamente perteneciente a El Vado, forma hoy parte de Campillo de Ranas. Fue expropiado junto con La Vereda y La Viñuela por el ICONA para su destrucción y posterior reforestación del territorio, aunque un grupo de arquitectos y allegados impidieron su demolición. Está rodeada de praderas por lo que es frecuente ver a pastores con su ganado en las inmediaciones. De hecho encontramos un pastor con cabras y un corzo domesticado! 

En la actualidad varias casas han sido reconstruidas como antaño y destaca su ermita dedicada a San Juan.

Dimos un paseo hasta llegar a la ermita por la pista forestal que llega desde la carretera de Roblelacasa y rápidamente pusimos rumbo de vuelta para llegar a nuestro objetivo del día.

Aunque en el mapa parecía que se podría ir a las pozas desde Matallana directamente por un camino alternativo al que habíamos seguido, en esta época el río Jarama lleva mucha agua y no se puede cruzar por ese punto, por lo que deshicimos el camino andado y cruzamos por el puente de piedra para después avanzar por la ladera rocosa con vistas al río hasta llegar al arroyo del Soto.

 

Este arroyo es el que da lugar a las cascadas que reciben el nombre de Pozos del Aljibe. 

Cruzándolo por un puente de madera recientemente habilitado podemos llegar hasta un mirador desde el que disfrutar de unas vistas espectaculares. 



 

Tras las fotos de rigor y descansar un rato a la sombra junto al arroyo deshacemos el camino andado hacia Roblelacasa.



Curiosamente encontramos en el camino gente de Castilla La Mancha TV ya que estaban grabando un programa sobre la zona.




El Espinar

El Espinar se halla en una colina rodeada de barrancos cubiertos de vegetación y huertos, con bonitas vistas sobre el valle. 

La carretera se acaba en el pueblo donde encontramos una zona de aparcamiento junto al parque infantil, centro social y mesas de picnic. 


Hay también paneles informativos de la ruta de las Pozas del Aljibe ya que si se hace el recorrido circular completo del PR-GU 09 se pasa por aquí, por lo que este puede ser otro posible punto de inicio. 

Entre los atractivos de este pueblo destaca un lavadero cubierto de pequeñas dimensiones en el desvío de la carretera principal, ubicado sobre un pilón rodeado de lajas de pizarra y un recinto cercado por grandes troncos en el que hallamos un juego de bolos. 

Aunque el pueblo no es de gran tamaño esto hace que sea incluso más tranquilo que el resto de aldeas por lo que dar un paseo por sus calles es casi como detener el tiempo. 


La iglesia está construida con mampostería de pizarra, y presenta una espadaña con un hueco para campana. Esta iglesia aparece protegida en la entrada con un porche cubierto por la prolongación del tejado.

Las viviendas tienen muros de mampostería con diminutos huecos bajo los dinteles y otros elementos de madera, así como cruces de pedernal incrustadas en los paramentos, que ya habíamos visto en otros pueblos y nos habían llamado la atención. 


Podemos ver como los núcleos familiares de vivienda compuestos por varias casas  y construcciones auxiliares, cuya distribución es similar a la de otros pueblos cercanos, suelen agruparse alrededor de callejones sin salida desde los que se accede a ellos. 



Campillejo

Campillejo es de los pocos pueblos de la comarca atravesado por la carretera principal. No hay una zona de aparcamiento como en otros casos pero se puede dejar el coche en la plaza (con fuente) que hay junto a la carretera.


Se trata de una pequeña aldea donde todas las construcciones se realizan con mampostería de grandes lajas de pizarra en las cubiertas y algunas de las casas muestran en las fachadas los característicos encalados de puertas, ventanas y cruces incrustadas. Es de los más pequeños, está bastante cuidado (asfaltado y reformado) y se ve rápido.


La iglesia está totalmente restaurada con la sacristía adosada en una de sus paredes y una fuente en la plaza a su lado. 


Una de las recomendaciones que habíamos leído en el blog de Furgobidaiak estaba aquí: el Mesón Los Manzanos, famoso por sus migas y somarro (carne de cerdo a la plancha). Pero nosotros lo encontramos cerrado así que no pudimos degustarlo. 

Por Campillejo pasa además el GR 60.1, variante del GR 60 que conecta la localidad en unos 7 km con Majaelrayo a través de un antiguo Camino Real por la falda suroeste del pico Ocejón. 

Hay también, como en la mayoría de estos pueblos, un pequeño parque infantil al otro lado de la carretera para que los peques puedan disfrutar también de sus momentos de ocio. 


Tamajón y su "Ciudad Encantada"

El pueblo de Tamajón es la localidad principal de la comarca, con más servicios que el resto de aldeas que habíamos visitado hasta entonces y situado en la bifurcación entre los 2 valles que acogen los pueblos de la Arquitectura negra.

La carretera para llegar hasta él tiene mucho encanto con curvas, subidas y bajadas y atravesando un bonito entorno. De camino se pasa por la Ermita de la Virgen de los Enebrales, patrona de Tamajón y levantada en el siglo XVI en estilo románico aunque reconstruida un siglo más tarde en estilo más renacentista. Cuenta la leyenda que su origen está en una ocasión que el cura de Tamajón iba con su mula al pueblo vecino de El Vado a decir misa y le atacó una serpiente. Al encomendarse a la Virgen ésta se le apareció sobre un enebro, apaciguándola con su resplandor. 


Habíamos visto que hay gente que pernocta aquí pero el terreno nos pareció irregular, aunque sin duda se merece una parada. 


Un poco más adelante está lo que se conoce como la Ciudad Encantada, aunque guardando mucho las distancias con la conquense.



Aquí no encontramos senderos señalizados y las rutas que habíamos visto eran algo más largas, circulares, yendo hasta la ermita y volver desde el pueblo pero nosotros improvisamos y dimos un paseo más corto desde la explanada junto a la carretera usada como aparcamiento y donde se puede también pernoctar sin problema.



Toda la información de la ruta o más bien sencillo paseo familiar, está también disponible en Wikiloc.


 


Por su parte Tamajón hace de puerta de entrada a la Arquitectura negra pero es un pueblo con viviendas de estilo convencional. 


Aún así dimos un paseo por sus 3 calles principales, donde podemos ver algunas casonas y palacios (los más antiguos del s. XVI) adornados con magníficos escudos, y pese a ser algo más grande que los pueblos anteriores que habíamos visitado también se respiraba mucha tranquilidad. 



A la entrada del pueblo destaca la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción por su tamaño. 


Y en el otro extremo de la localidad hay una tienda donde adquirir artículos de primera necesidad, aunque tampoco tiene una oferta demasiado variada. Podemos encontrar verdura, fruta, repostería, pan y conservas pero nos sorprendió que no tenían carne fresca, aunque no sabemos si era temporal o permanente ya que sí tenían zona de carnicería / charcutería. 

Otro lugar muy interesante a pocos minutos del pueblo es la Laguna de Tamajón, donde podemos ver zampullines o cigüeñas y disfrutar de un bonito atardecer.


Es un buen sitio además para una comida/merienda ya que hay mesas de piedra y un pequeño refugio techado.



Nosotros escogimos este punto como lugar de pernocta y aunque no lo llevábamos preparado nos sorprendió mucho, nos gustó por ser un lugar super tranquilo y muy bonito al atardecer, con el croar de las ranas, un cierre perfecto a una jornada muy completa.



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