domingo, 21 de diciembre de 2014

Cabaña a las afueras de Húsavík


La séptima noche del viaje la pasamos en las cabañas Kaldbaks-kot, que se encuentran a unos 500 metros al sur de Húsavík, entre la carretera 85 y la bahía de Skjálfandi.



Los precios del alojamiento en Islandia son algo prohibitivos, especialmente fuera de Reykjavik, siendo difícil encontrar algo para 2 personas por menos de 100 € la noche, aún fuera de temporada alta. Por eso entre otras cosas optamos por la campervan, aunque quisimos darnos el capricho de pasar una noche bajo techo a mitad del viaje para que no se hiciera tan pesado. Tras mucho buscar encontramos estas cabañas por 95 € (o 49 € sólo habitación, sin cocina ni baño) y las reservamos por internet, tras mandarles algún e-mail preguntando por las condiciones.

Para reservar te dan la opción de enviar el número de la tarjeta por e-mail para hacer el cargo en caso de no aparecer o no cancelar al menos 7 días antes, o realizar un depósito on-line a través de una web de reservas con el importe de una noche, que luego te devuelven menos 15 € de tasa si cancelas antes de una semana. Nosotros escogimos la segunda opción porque, aunque nos arriesgábamos a perder los 15 euros en caso de tener que cancelar, nos parecía más seguro que enviar nuestro número de tarjeta por e-mail.



La cabaña en la que nos quedamos, de unos 20 metros cuadrados, disponía de baño con ducha, una habitación con cama doble y un salón - cocina como espacio principal. Están completamente equipadas, con televisor, radio, nevera, tostador, cafetera, horno - microondas, wifi y calefacción. Como es habitual en Islandia, las toallas y sábanas no están incluidas, suelen contar sólo con un edredón nórdico, y se pueden alquilar por 13 € por persona. En estos alojamientos además te daban la opción de cobrarte 19 € por la limpieza final o que lo dejásemos todo limpio y recogido para evitar pagarlo.


En general la cabaña estaba bastante bien y estuvimos muy a gusto. Hay que contar con que en Islandia el agua caliente tiene como origen las fuentes geotermales de la zona, por lo que tiene un cierto olor a azufre que para los no acostumbrados resulta un poco extraño pero es cuestión de hacerse a ello.

Las cabañas también tienen un porche con buenas vistas a la bahía y a un pequeño lago próximo, que tiene que ser una maravilla para el verano y hacer comidas fuera.



Entre las cabañas hay caminos que permiten recorrer la zona, pudiendo encontrar entre ellos alguna barbacoa y pequeños jacuzzi.





Como llegamos casi de noche no pudimos disfrutar mucho de todo ello, pero al día siguiente antes de irnos bajamos hasta el lago junto a la bahía y la verdad es que nos gustó mucho el lugar, ojalá algún día podamos volver y pasar allí un tiempo de relax.




No hay comentarios:

Publicar un comentario