domingo, 3 de septiembre de 2023

Atienza

Atienza fue una villa de gran valor estratégico en el pasado por su ubicación, usada como defensa de la frontera, primero frente a los musulmanes y después frente a la corona de Aragón. Además estar entre las dos mesetas y entre Castilla y Aragón propició una de las actividades más extendidas entre sus habitantes, el transporte y la arriería, constituyendo sus arrieros una de las cofradías más antiguas de Castilla, hoy conocida como la Caballada.

 


Para aparcar hay varias posibilidades, un par de aparcamientos a los pies del castillo y otro a las afueras del pueblo. Nosotros lo dejamos en una pequeña explanada de tierra junto al almacén municipal a 5 minutitos andando del centro y que encontramos como siempre en Park4night.

Y para conocer más de la villa y movernos por ella es muy útil la web de turismo de la localidad, que ofrece un mapa interactivo también descargable en PDF


Atienza cuenta con 2 cinturones de muralla de los que se conservan aproximadamente 2 km. El más interno, de la época de Alfonso VII (s. XII), fue parcialmente destruido en el siglo XIV y reconstruido poco después. Comienza y termina en el castillo, atravesando el actual casco urbano, y poseía 4 puertas de las que sólo se conserva en buen estado una. 

El externo es algo posterior, de tiempos de Alfonso VIII y ha sufrido añadidos y modificaciones conservándose hoy día menos tramos.

Junto a una de las entradas, el Arco de la Virgen, encontramos un pequeño parque infantil muy útil si se viaja con peques. 



Sin duda, el punto neurálgico de la localidad es la Plaza del Trigo, también denominada plaza del Mercado o de Don Bruno Pascual Ruilópez. 


Comunica con la Plaza de España a través del Arco de Arrebatacapas, uno de los símbolos de la ciudad y que recibe ese nombre porque aquí el viento arrebata las capas a los atencinos cuando lo atraviesan. Las mejores vistas de él se tienen desde Plaza de España.



Nos pareció una plaza muy bonita y auténtica, especialmente bien conservada. 



Sus casas reflejan la arquitectura tradicional de la villa con fachadas enfoscadas de cal, vigas y pilares vistos y soportales, destacando la antigua Casa del Cabildo y la casa del balcón de esquina. Además en uno de sus flancos se alza la iglesia de San Juan Bautista del siglo XVI. 


 

Al otro lado del Arco de Arrebatacapas está la Plaza de España, con forma triangular y en cuesta. En el centro hay unos pequeños jardines y una fuente del siglo XVIII conocida como la Fuente de los tres delfines o de los tritones.


En esta plaza podemos encontrar casonas nobles como la casa natal del comunero Juan Bravo, con un arco adovelado y escudo en su fachada, o el edificio del Ayuntamiento del siglo XVII en el que destaca la torre del reloj con su campana. También encontramos algunos servicios útiles como farmacia o sucursales bancarias. 




Imponente en lo alto del cerro se encuentra el Castillo, lo más representativo de Atienza. Nosotros por desgracia no llegamos hasta él porque hacía muchísimo viento y al peque le molestaba bastante pero está abierto todos los días y el acceso es gratuito. Hay que tener en cuenta que tanto al castillo como a la torre de vigía (desde la que se tienen vistas espectaculares de los alrededores) se accede por escaleras sin rampa.

En la subida hay además una replica de la espada que dejaron durante la promoción de una de las temporadas de la serie Juego de tronos.


Utilizado por los celtíberos y posteriormente por los árabes que construyeron una fuerte alcazaba, fue reformado finalmente por los cristianos tras la Reconquista. Fue ocupado, entre otros, por Alfonso III, Almanzor y Alfonso I de Aragón, rey consorte de Castilla por su matrimonio con Doña Urraca. Además aparece en El Cantar de Mío Cid como "peña muy fuerte". Cuando perdió su valor bélico sirvió como prisión de Estado. Finalmente los franceses lo saquearon durante la Guerra de la Independencia dejándolo con su aspecto actual.

En la subida al Castillo se encuentra el Museo de la Santísima Trinidad, una iglesia románica cuyos orígenes están en el siglo XIII. En su interior acoge una importante muestra de arte religioso y una sección dedicada a la Caballada, la antigua cofradía de los arrieros. Se puede visitar de 16 a 19 horas sábados, domingos y festivos. 




Hay otros museos como el de San Bartolomé o el de San Gil con importantes colecciones de arte sacro y otros puntos de interés como la Casa del Cordón, una casona del siglo XVI que acoge la Oficina de turismo y el Centro de interpretación cultura tradicional de Guadalajara o el ábside gótico del convento de San Francisco, además de varias iglesias y ermitas. Todo ello la convierte en una agradable visita de medio día si se está por la zona. 





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