Despertamos a las afueras de Selva di Cadore, donde habíamos pasado la noche en un hotel aprovechando para descansar.
Nuestro primer objetivo del día era subir a la Marmolada y llegamos allí entorno a las 11. Ya casi llegando pasamos junto a Serrai di Sottoguda, un cañón de unos 2 km de largo que podemos recorrer caminando con atractivos como una ermita y una cascada que en verano no lleva mucho agua pero en invierno se congela.
Un poco más adelante está la estación de Malga Ciapela, donde tenemos que coger el teleférico para subir a la Marmolada. Junto a ella hay un parking gratuito aunque cuando llegamos como era un poco tarde estaba bastante lleno. Dentro de la estación están las taquillas y hay baños.
Encontramos dos opciones para subir: llegar hasta arriba por 30 € ida y vuelta o la opción más económica por 24 € que llega a una estación intermedia. Nosotros escogimos la primera ya que queríamos disfrutar del glaciar y las vistas.
Para llegar arriba desde los 1.450 metros a los que nos encontramos hay que cambiar en 2 ocasiones de teleférico: el primero obligatorio para todos en la estación de Antermoja (a 2.350 m) y en el segundo es en el que se llega a Serauta (2.950 m) y según lo que hayas pagado sigues o te quedas.
Nosotros paramos en esta estación intermedia de Serauta a la bajada y hay una terraza, un Museo de la guerra (que dicen es el más alto de Europa), restaurante self-service abierto de 9 a 16 horas y baños. Y por supuesto se puede salir al exterior.
Desde aquí vemos el borde del glaciar de la Marmolada, único de Dolomitas y que en algunos puntos alcanza los 100 metros de profundidad. Sin embargo, como la mayoría de glaciares ha ido retrocediendo a marchas forzadas en los últimos tiempos. Para intentar frenar esto lo han cubierto en algunos puntos aunque no sabemos si surtirá efecto, ojalá.
Sin embargo creemos que merece la pena subir a la estación superior de Punta Rocca, a 3.265 m, todo un desafío y un logro para la ingeniería de los años 70.
Allí encontramos una terraza panorámica cubierta con mesas y otra al aire libre con paneles para conocer las cumbres cercanas en 360º.
Muchas de estas cumbres están por encima de los 3.200 metros de altitud como el Tofane, Cristallo, Sorapis, Civetta o la propia Marmolada, la más alta de la zona con 3.342 m. Aunque los paneles también nos señalan las distancias a capitales "próximas" como Moscú a 2.070 km, Roma a 1.428 km o Budapest a tan sólo 561 en línea recta!
Pero hacia abajo también encontramos lugares de interés como el Lago Fedaia que recoge las aguas del glaciar.
Hacia el Oeste los Monti del Sole, Cima Vezzana o la Punta dell'Uomo y Madrid o Barcelona a más de 1.000 km.
Mientras al norte tenemos la Punta Penia, de 3.343 m de altitud, los Alpes de Ötztal o el Grupo Sassolungo.
También encontramos una pequeña capilla excavada en la roca, consagrada por el papa Juan Pablo II y en la que se pueden concertar misas.
Y es posible salir a pisar la nieve y caminar un rato por el glaciar. De hecho es el único glaciar esquiable de Dolomitas y vimos gente subir con los esquíes. En invierno es parte de la estación de esquí Arabba-Marmolada.
Una vez de vuelta abajo un par de horas después de subir vimos que el horario del teleférico era de 9 a 16 h. Nuestra idea era ir por la tarde a Seceda en Val Gardena donde también teníamos que coger un teleférico y pensamos que si tenía el mismo horario no nos daría tiempo, por lo que decidimos ir allí directos para subir lo antes posible.
De camino pasamos por el Passo Fedaia y paramos junto al embalse del mismo nombre.
Es el mismo lago que veíamos desde lo alto de la Marmolada, cerrado por una presa en el lado oeste, y ahora es el glaciar lo que vemos desde abajo.
Rumbo a Val Gardena pasamos por la localidad de Canazei y subimos el conocido puerto de montaña Passo Sella.
Este puerto, que conecta la Val di Fassa (Trentino) con Val Gardena (Sud Tirol), tiene unas vistas muy chulas, merece la pena recorrerlo con calma y disfrutar de las imponentes montañas que atraviesa.
No es muy largo, son apenas 6 km y unos 400 metros de desnivel, pero como se suele decir a veces: lo bueno si breve dos veces bueno.
En lo más alto estamos a 2.240 metros sobre el nivel del mar con las cimas del Sassolungo enfrente.
Como la mayoría de puertos de la zona suele estar transitado por ciclistas ya que es una subida que se ha realizado en el Giro d'Italia.
En una parada breve podremos disfrutar de las excepcionales vistas hacia el valle y las cumbres próximas.
Iniciamos el descenso hacia Val Gardena con destino a la localidad de Ortisei de donde parte el telecabina a Seceda. Deberemos seguir las señales una vez en el pueblo.
Llegamos a la estación del telecabina entorno a las 15 horas y comprobamos que el horario de verano es de 8:30 a 17:30 por lo que tenemos tiempo de subir y dar un paseo.
El parking estaba señalizado de pago pero en la taquilla nos dijeron que a esas horas ya no teníamos que pagar (el precio era 8 €). El ticket para adultos son 30 € ida y vuelta aunque también se puede coger sólo ida por 22 € y bajar andando. Además hay otras opciones como los pases Gardena Card o Dolomiti superski que nos ofrecen descuentos si vamos a estar varios días utilizando remontes por la zona.
Para subir hasta arriba hay que cambiar en una estación intermedia. La primera parte es con telecabina y la segunda, de mayor desnivel, en teleférico.
Una vez arriba tenemos varias posibilidades, desde tomar algo o comer en alguno de los restaurantes de los alrededores disfrutando de las espectaculares vistas hasta hacer alguna ruta de las múltiples propuestas. En la taquilla al comprar el ticket nos dan un mapa donde vienen varias señalizadas.
Nosotros habíamos conocido esta zona por fotos de los picos Fermeda, Grosse y Kleine Fermeda, que rondan los 2.800 metros de altitud y son realmente fotogénicos.
Ambos forman parte del Odle Group y del parque del mismo nombre (Puez-Odle Natural Park), que precisamente habíamos visto unos días antes desde el norte cuando visitamos la Val di Funes recién llegados a Dolomitas.
Para llegar hasta allí seguimos el camino principal y después nos salimos por los prados para hacer fotos y comer disfrutando de las vistas.
De todas formas toda la zona es muy chula y las vistas son impresionantes en todas direcciones, tanto hacia el valle con todo verde y las casas de madera, como hacia la zona más montañosa con el grupo Sella enfrente.
Vimos gente haciéndose fotos justo en el borde y daba un poco de impresión aunque luego al pasar nos dimos cuenta de que parecía más de lo que era en realidad, aunque por supuesto siempre con precaución.
Algo que nos sorprendió bastante es no encontrar mucha gente para lo espectacular que es esta zona, de hecho subiendo en el telecabina íbamos solos. Aunque eso nos permite disfrutar del lugar con más tranquilidad y coincidir con algunos de sus habitantes.
También podemos llegar hasta aquí arriba mediante el telecabina de Col Raiser que parte de un poco más arriba de la localidad de Santa Cristina. El precio es menor (21 € ida y vuelta adultos) y llega hasta 2.100 m de altitud. Desde ahí a Seceda (2.500 m) se puede ir caminando por un bonito recorrido o cogiendo otro telesilla.
Y este telesilla llega justo junto a la cruz de Seceda, un magnífico mirador a 2.518 msnm en el que hay un panel circular señalizado en 360 º con información de las montañas que nos rodean y distancias a algunas de las principales ciudades del mundo.
Además tuvimos la suerte de encontrarlo en un momento espectacular, con los prados de un color verde intenso llenos de flores, la mayoría calderones amarillas.
Sobre las 17.15 fuimos dando un paseo hacia el teleférico para coger el último de bajada 15 minutos más tarde.
Junto a la estación del teleférico hay una pequeña explanada con bancos para descansar despidiéndonos de estas vistas que nos han robado el corazón.
En la bajada vimos corzos y ciervos corriendo por la ladera que se metían al bosque, aunque no nos dio tiempo a grabarlos.
Para terminar el día, aprovechando que teníamos que hacer algo de compra, dimos un paseo por el centro de Ortisei donde nos encontrábamos y nos gustó mucho, lo recomendamos totalmente.
De hecho nos entretuvimos tanto que se nos pasó el tiempo del aparcamiento limitado con reloj horario (máximo 45 minutos). Y es que es la principal localidad de la Val di Gardena con unos 5000 habitantes y eso se nota en el ambiente.
Destacan especialmente sus edificios, grandes casas señoriales con balcones de madera, miradores, flores y fachadas de colores.
El centro es prácticamente todo peatonal, por lo que resulta muy cómodo y agradable para pasear. De hecho la zona peatonal entre la capilla de San Ulrich y la iglesia de San Antonio se suele describir como la calle comercial más bonita de Dolmitas.
me gusta mucho leer tus historias y las fotos!
ResponderEliminarOs quiero recomendar la mejor farmacia para comprar los medicamentos online donde hay cialis generico
Muchas gracias Juan! :)
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