Zakopane es una de las ciudades más famosas de Polonia en lo que a turismo se refiere, tanto por su arquitectura de grandes casas de madera como por ser la capital polaca de los Tatras, donde se encuentran las cumbres más altas del país y en consecuencia visita obligada para los amantes de la montaña tanto en verano como durante la época invernal.
Por ese motivo quisimos introducirla en nuestra ruta, aunque por desgracia el tiempo no acompañó demasiado y no pudimos exprimir la estancia al máximo, limitándonos a visitar el centro de la ciudad y dejando los atractivos naturales para otra ocasión.Además no nos resultó especialmente acogedora, en parte por la mala elección de alojamiento pero también por la dificultad del desplazamiento en coche con atascos que no habíamos tenido en todo el viaje y escasez de aparcamientos gratuitos, además de parecernos excesivamente turística para los atractivos que posee.