domingo, 31 de mayo de 2020

La Alpujarra granadina


Se conoce como Las Alpujarras a la zona desde Sierra Nevada al mar, alcanzando al este la provincia de Almería y al oeste la sierra de Lújar. 



Nosotros sólo visitamos la parte granadina, un gran área montañosa surcada por una carretera estrecha y sinuosa que hace que los kilómetros tarden más de lo normal en recorrerse. Sin embargo aquí es mejor venir sin prisa y disfrutarlo con calma: su paisaje, la belleza de sus pueblos y la paz que encontramos (fuera de fin de semana y temporada alta) hacen que merezca la pena el viaje.




Uno de los aspectos más famosos de la zona son las construcciones de sus pueblos blancos. Se dice que su arquitectura sigue la tradición bereber con casas de forma cúbica y un tejado plano, propio de una zona de pocas lluvias.




Además los pueblos se adaptan a la geografía, con casas encaramadas en la montaña de forma escalonada, unas debajo de otras y orientadas al sur, porque aquí los rayos de sol son muy valorados.







Son varios los pueblos que conforman la Alpujarra granadina, desde los famosos Lanjarón o Trevélez hasta el trío perteneciente al listado de Pueblos más bonitos de España y declarado Conjunto Histórico Artístico: Pampaneira, Capileira y Bubión.





Para nosotros éstos últimos son los que más merecen la pena, más pequeños y con más encanto.






Lanjarón es famoso por sus aguas, tanto a nivel balneario como el agua mineral envasada para consumo. Sin embargo nosotros no le vimos mucho atractivo, tampoco nos había hablado maravillas y decidimos no parar. Pasado el pueblo hay un merendero con buenas vistas donde parar a descansar o comer, el mirador del Visillo.

Llegando a Órgiva, uno de las poblaciones más importantes, bastante grande y con muchos servicios, está el desvío hacia Pampaneira.

Una vez allí, aunque hay varios aparcamientos junto a la carretera, nosotros decidimos aparcar en la Plaza Mirador de Poqueira, el primero a la izquierda y con espacio suficiente para la furgo. 



Del pueblo, situado a los pies de Sierra Nevada, podemos destacar sus casas blancas, muchas decoradas con flores, o las calles empedradas y estrechas, algunas con bastante pendiente por la orografía del terreno.



Los terraos planos, que en la actualidad funcionan en ocasiones como secaderos, destacan por sus chimeneas casi cilíndrica coronadas por una pequeña losa y que se ha convertido en su seña de identidad.


Uno de los rincones más famosos del pueblo es el Paseo Federico García Lorca, quien califició la Alpujarra como "el país a ninguna parte". Este es además uno de los mejores miradores del barranco de Poqueira.




Encontramos además varios lavaderos en el pueblo, entre ellos el de la Fuente del Cerrillo, de planta rectangular, con ventanas y puertas con arco de medio punto y 8 pilas de lavado.



No sé si por ser el primero pero este pueblo nos gustó mucho, de los que más, aunque es cierto que suele ocurrir por ser la novedad. Sin embargo también es el más turístico, quizá por ser el más accesible, y hay bastantes comercios. Esto nos permite a su vez encontrar curiosos rincones como una tienda en la que compré una braga de punto para el cuello ya que los hacían artesanalmente con un antiguo telar. La mujer era muy maja y nos dejó subir a ver la planta de arriba donde tenían cuadros, ponchos y otros detalles preciosos hechos por ellas a mano.




El siguiente pueblo según ascendemos es Bubión. En la parte alta hay un aparcamiento señalizado en la calle de acceso a un Covirán, calle desde la cual vemos las montañas con nieve de Sierra Nevada al fondo y la parte baja del pueblo desde un bonito mirador. Y es que como en el resto de casos, el pueblo ha crecido de forma escalonada adaptándose a la montaña.




Las casas de las Alpujarras suelen tener dos plantas y están encaladas. Antiguamente en la planta de arriba estaban las habitaciones y la cocina, y en la de abajo las zonas destinadas al ganado y a los aperos de labranza, aunque hoy en día suele haber comercios o tiendas de artesanía.




Una de las construcciones más típicas de esta zona son los tinaos, pasos que salvan las distancias entre una casa y el tejado de otra de manera que la calle queda cubierta protegiendo así a personas y animales de las inclemencias meteorológicas.







Bubión es más pequeño que Pampaneira pero más tranquilo también y con bastante encanto. Como puntos importantes podemor ver el Ayuntamiento o la Iglesia de la Virgen del Rosario, aunque lo mejor es perderse un rato recorriendo sus calles.




El último de estos pueblos y el más alto de los tres es Capileira. Nosotros dejamos la furgo en la parte alta del pueblo cerca del campo de futbol ya que el aparcamiento principal a la entrada del pueblo estaba ocupado por el mercadillo semanal. Es quizá más turístico que Bubión, tiene banco, panadería, comercios y varias cafeterías/restaurantes, aunque algunas estaban cerradas suponemos que por ser temporada baja.

Su nombre deriva del latín capillaris-e que significa ’lugar más elevado’. Por su situación y características fue uno de los últimos lugares en ser conquistado por los árabes y más tarde por los cristianos.




Su casco urbano está dividido en tres barrios con la misma arquitectura que el resto de pueblos de la zona: casas blancas bajas, tejados planos, chimeneas redondas y calles estrechas y empinadas.



Desde el mirador de la calle Perchel tenemos vistas espectaculares de todo el valle del Poqueira.



Para comer recomendamos el Plato alpujarreño, típico de la zona, con patatas a lo pobre, pimiento verde, cebolla, jamón, chorizo, morcilla y huevo frito. Nosotros lo probamos en el Mesón-asador Cerro negro, junto a la carretera, con menú por 10 €. Aunque no tenían todo lo anunciado en la pizarra exterior para nosotros el menú fue suficiente.



A elegir de primeros entre ensalada, macarrones con chorizo y sopa de picadillo y de segundo entre plato alpujarreño, huevos rotos y calamares. Nosotros pedimos de primero ensalada y macarrones con chorizo y de segundo plato alpujarreño los dos. De postre fruta entre varios a elegir y acabamos llenísimos, estaba muy bueno todo.



También recomendamos la panadería del pueblo, con horno de leña. Nosotros compramos una hogaza por 1,40 € y una bandeja de almendrados por 3,50 € que estaban muy ricos. 







Otro de los pueblos más famosos de la Alpujarra granadina es Trevélez, conocido sobre todo por su jamón. De camino podemos parar a ver una curiosidad de la zona, el Chorrerón de Pórtugos, una cascada de unos 20 metros de altura sobre un cauce rojizo muy llamativo.



Lo encontramos a las afueras de dicho pueblo, junto a la carretera, bajando unas escaleras desde un área recreativa que identificamos por la ermita de Fuente agria, junto al manantial que le da nombre.





Trevélez es un pueblo algo más grande que los anteriores, con bastantes tiendas de jamón y embutidos.

Dimos un paseo por el centro pero después de haber visto los anteriores nos defraudó un poco, muchas cuestas pero sin ser tan acogedor. No nos parece que merezca demasiado la pena y el jamón que compramos estaba bueno pero tampoco nos pareció excepcional, quizá hay que conocer alguna marca en concreto para acertar.



Desde la carretera sí que podemos disfrutar de bonitas vistas del pueblo con las cumbres de Sierra Nevada detrás y pasado el pueblo hay un mirador donde parar con el coche. 





Nuestro plan para ese día era llegar hasta Cazorla a dormir pero como ya hemos comentado los kilómetros aquí pasan muy lentos con carreteras que serpentean para adaptarse a la montaña. Por eso recomendamos para disfrutar de la zona tranquilamente pasar al menos 2 noches.



Una buena opción para ir hacia el norte o de vuelta a Granada, puede ser rodear Sierra Nevada y ver así también su parte norte.



Recomendamos pasar por el puerto de La Ragua, ya que se atraviesa una zona curiosa de cárcavas antes de iniciar el ascenso al puerto que en su parte alta es bastante boscoso con centro de visitantes y espacio de esquí de fondo en invierno. De hecho, pese a ser una temporada muy floja encontramos algo de nieve en el bosque.




Bajando el puerto por la vertiente norte dejamos atrás los picos más altos de Sierra Nevada. Abajo nos espera la localidad de La Calahorra, que nos llamó la atención por su castillo tan bien conservado. Construido entre los años 1509 y 1512 sobre las ruinas de una fortaleza árabe como prueba de la conquista del imperio Nazarí, pertenece de hecho a Patrimonio Histórico Nacional. En sus sótanos aún se conservan los calabozos donde pernoctaban los presos moriscos que se trasladaban a la cancillería granadina.



Por lo que leímos, el castillo está en manos privadas pero es posible visitarlo los miércoles de 10 a 13 horas y de 16 a 18 horas, concertando cita previa en el teléfono 958677098.


Dormir con la furgo


Nosotros sólo pasamos una noche en la zona y escogimos el Camping Puerta de la Alpujarra. Fue por casualidad ya que íbamos sin plan pero resultó todo un acierto.

Cuentan con parcelas para acampada libre y para caravanas y autocaravanas.


Cada una de ellas dispone de luz y cuesta 20 € (15 € para tiendas de campaña) con duchas y aseos, lavadora con jabón, vaciado de depósitos y acceso a zonas comunes como la piscina incluidos. Además los animales de compañia están permitidos. También tienen una opción que denominan "Área de servicio" para usar los servicios anteriores (vaciado de aguas, baños, lavandería, etc) pero sin ocupar parcela por un precio de 5 €.

Aunque en la web también ofrecen WIFI cuando estuvimos nosotros no funcionaba, suponemos que sería algo temporal y más siendo temporada baja.

Tienen además un amplio restaurante donde comer o cenar o simplemente tomar algo con unas tapas (abierto de 7 a 23 horas). Nosotros cenamos allí: 4 refrescos con sus correspondientes tapas (calamares, choto, rejos y alitas) por 8 €.

En resumen, aunque llegamos tarde y no pudimos disfrutarlo mucho, pasamos una noche tranquila, la ubicacióne es muy buena y vimos que tenía bastantes servicios incluídos en el precio.


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