La etapa entre Lizara y Somport, de algo más de 17 km y unos 1000 metros de desnivel positivo y negativo, iba a ser nuestra última jornada de travesía (track aquí).
El pronóstico del tiempo no era nada bueno aunque resultó ser aún peor de lo esperado. Parecía que llovería por la mañana e iría mejorando a lo largo del día por lo que no madrugamos y desayunamos sobre las 8:30. Como estaba bastante cubierto y era nuestra última etapa nos lo tomamos con calma y entre recoger y despedirnos de nuestros compis de habitación, 3 madrileños y 2 chicos de Barcelona con los que nos reímos un montón, dejamos el refugio alrededor de las 10.
Iniciamos el ascenso por el camino que el día anterior nos había llevado hasta el refugio hasta la bifurcación señalizada hacia el Puerto de Vernera. En este primer tramo aún teníamos algo de visibilidad ya que las nubes estaban algo altas.
Avanzamos junto a paredes verticales y encontramos algo de ganado de camino, tanto bovino como caballar, en especial a medida que vamos alcanzando la niebla. En particular un toro nos hizo parar unos minutos ya que avanzaba hacia nosotros sin quitarnos ojo.