Nuestro viaje comenzaba el 2 de junio puesto que para llegar a Namibia no hay vuelos directos y tener que coger 2 aviones supone que el trayecto se alargue durante casi 24 horas. Ese día, tras dejar el coche en el parking de bajo coste Lomcar (toda la info en la entrada de
Información práctica), cogimos el primer vuelo que nos llevaba a Doha con Qatar Airways con salida a las 16:45.
Hay que tener en cuenta que estos vuelos salen de la terminal T4S, la satélite de la T4. Hay que coger un pequeño metro para llegar hasta allí, se tarda unos 30 minutos desde el control de seguridad, por lo que conviene ir con tiempo. Ese día había bastante gente en el control porque coincidía que había sido la final de la Champions en Madrid el día anterior, pero no tardamos demasiado en pasarlo.
Una vez en la puerta, embarcamos en orden según la zona asignada y nos volvimos a poner verdes de envidia al ver los asientos en clase Bussines, quizá algún día... Finalmente salimos con una media hora de retraso aunque luego lo recuperamos en viaje.
El vuelo dura algo menos de 7 horas y una de las cosas que más nos gustan es seguir el recorrido en las pantallas individuales de los asientos, donde dan datos de velocidad, distancia recorrida o temperatura exterior.