Nos encanta la nieve y siempre que podemos nos gusta hacer una escapada invernal al Pirineo u otras zonas de montaña donde podamos disfrutar de ella. Este año nos hemos decantado por el Valle de Tena. Aunque ya estuvimos hace 4 años por estas fechas, aquella ocasión tuvo como objetivo esquiar en Formigal y ahora nos apetecía algo diferente, también esquí pero ampliando a otras cosas.
Al final nos escapamos 4 días y estas son nuestras recomendaciones:
- Parque faunístico de Lacuaniacha
Situado en Piedrafita de Tena, se trata de un "bioparque" donde podemos encontrar representación de flora y fauna del Pirineo.
Al ser invierno está completamente nevado, de hecho es recomendable llevar botas de montaña y bastones ya que hay zonas donde puede haber hielo y resbala bastante. Aunque esto nos impide disfrutar de la flora es mucho más fácil ver los animales. Todos ellos han nacido en cautividad, provienen de centros de recuperación o han sido rescatados. Además los recintos están preparados para que la fauna autóctona pueda entrar y salir del parque fácilmente por lo que podemos ver topos, ardillas, aves u otros animales en libertad en los alrededores.
Abre todos los días del año, aunque el horario varía según la estación. En invierno está abierto de 10 a 18 horas y el precio de la entrada va desde los 12 € para niños mayores de 4 años y adultos mayores de 65 hasta los 16 € del resto de adultos (más información en su web). Además nos informaron que con la entrada teníamos un descuento del 10 % en la tirolina de Hoz de Jaca abierta a partir de marzo-abril y en la que habíamos estado hace un par de veranos y disfrutado como niños.
La visita se hace siguiendo un recorrido circular de unos 4,5 kilómetros a través del bosque por un sendero que pasa entre los recintos donde se encuentran los alrededor de 120 individuos de 15 especies diferentes que habitan aquí. En la cota más alta alcanzamos los 1580 metros de altitud.