miércoles, 2 de agosto de 2017

Escapada veraniega en furgo al Pirineo francés - Parte I


Teníamos previsto realizar la travesía de la Senda de Camille a primeros de julio pero tuvimos que cambiar de planes por una lesión y como las vacaciones ya las teníamos cogidas, improvisamos una escapada con la furgo al Pirineo francés, y en particular a la zona de Gavarnie y Cauterets, que hacía mucho tiempo que teníamos ganas de conocer.





El primer día fue sólo de viaje y como José me quería enseñar la parte francesa del recorrido de la Quebrantahuesos cruzamos al país vecino por el puerto de Portalet. Por desgracia, aunque el día fue bastante bueno hasta llegar allí y pudimos disfrutar de las bonitas vistas de la Peña Foratata desde la carretera, poco después de pasar la estación de Formigal encontramos metidas las nubes y apenas se veía nada, ni a uno ni a otro lado del puerto.


Así que nos conformamos con disfrutar de su zona más baja y nos dirigimos a donde pasaríamos la noche, el furgoperfecto de Artouste-Fabrèges. Se trata de un área de autocaravanas que dispone de luz y sumidero de aguas negras de pago, con una zona de aparcamiento gratuita que se corresponde con toda la franja que hay entre la carretera y el Lac de Fabrèges casi desde que se abandona la carretera principal hasta llegar al pueblo, al cual no se puede acceder con autocaravana.



Lo cierto es que estuvimos muy a gusto junto a un arroyo que desembocaba en el lago. El suelo estaba bastante plano y aunque está junto a la carretera no había mucho tráfico ni demasiada gente por lo que se estaba tranquilo. No había WC justo donde estábamos nosotros pero al parecer si hay acercándose al pueblo.





A la mañana siguiente empezaba propiamente la escapada, aunque por lo improvisada que había sido sólo llevábamos mirados algunos puntos importantes y poco más.



Deshicimos parte del camino hecho el día anterior para ver mejor el puerto con el buen día que había amanecido y lo cierto es que nos gustó mucho y nos quedaron ganas de volver a explorar la zona con más calma.

Después paramos en el pueblo de Laruns para dar un paseo, comprar pan e ir al baño. Hay Oficina de turismo y un Centro de atención de visitantes del Parc National des Pyrénées.






Desde allí pusimos rumbo al Col d'Aubisque, famoso en el mundo del ciclismo por ser protagonista de grandes etapas del Tour de Francia. Yendo hacia él se pasa por la estación de esquí de Gourette, con las construcciones típicas de una estación de esquí pero que destaca por su entorno, con alguna cascada enorme y el pico Pène Medaa de 2.520 metros dominando la zona.







Si se sigue la carretera hacia Aubisque se pasa por el Hotel "Les Cretes Blanches", cuyo aparcamiento es un buen mirador sobre el valle.




Poco después llegamos a lo alto del Col d'Aubisque, a 1.709 metros de altitud y donde las bicis no podían faltar. Había mucha gente por esta zona, recorriendo los puertos en coche, moto o bicicleta y ciertamente merece la pena hacerlo ya que el entorno es espectacular.





El siguiente puerto en nuestro recorrido era el Col de Soulor, de 1.474 metros de altitud. Este es menos famoso y las vistas no son tan buenas, aunque hay un montón de rutas y cosas que ver por los alrededores.





Nuestro próximo destino era el Lac du Tech, al que se llega pasando otro pequeño puerto por una carretera estrecha. Pero sólo este recorrido en coche ya merece la pena.



Nosotros llegamos hasta el lago, lo bordeamos y continuamos hasta donde se acaba la carretera, junto a un aparcamiento desde el que se accede a la cara norte del Balaitus y lo que creímos era un refugio o casa del parque.



La siguiente parada del día era otro lago, el Lac d'Estaing, también muy chulo aunque con bastante más afluencia de gente.




La carretera lo rodea y acaba en un gran aparcamiento gratuito. Allí encontramos además un restaurante, tienda de recuerdos y un camping y hay bastante ganado vacuno pastando en los alrededores.



Dimos un breve paseo por los alrededores y encontramos otras pequeñas pozas de poca profundidad en las que se podía ver el fondo.



Por aquí pasa el GR 10 y tiene que haber otras rutas muy chulas ya que el entorno es precioso.




Pero el objetivo principal del día era el Pont d'Espagne y, si las lesiones nos dejaban, el cercano Lac de Gaube. En aproximadamente 1 hora llegamos hasta el aparcamiento de Puntas, de pago (6,50 €) salvo los 10 primeros minutos que son gratuitos. Decidimos quedarnos, comer y probar a subir al lago andando, ya que aunque cuentan con un telecabina y un telesilla para llegar hasta él, vale 15 € por persona (incluye el parking) y aún así luego tienes que andar 15 minutos, lo que te evita en realidad es el desnivel. Las instalaciones, reformadas hace unos años, están bastante bien, tienen oficina de información y venta de billetes y baños.



Tras reponer fuerzas comiendo junto a un arroyo iniciamos la ruta, primero hasta el lago y a la vuelta pasando por el Pont d'Espagne (track aquí).


Los primeros metros son asfaltados (sigue así hasta el Pont) pero luego se convierte en un camino con bastantes piedras que va salvando los 200 metros de desnivel en aproximadamente 1 hora.



La primera parte va entre bosque y apenas hay vistas de los alrededores pero ya llegando arriba se empieza a abrir y podemos disfrutar de las montañas cercanas y de cascadas que va formando el río a su paso. Incluso en algún momento llegamos a distinguir una parte del Vignemale, que con 3.298 metros es la cumbre más alta del Pirineo francés.





Una vez en el lago nos sentamos a disfrutar de esta maravilla de aguas turquesas en la que a pesar del trasiego de gente se puede descansar y disfrutar de la tranquilidad.



Junto al lago hay un restaurante/cafetería que ya en el siglo XIX actuaba como hospedería para excursionistas.



Tras unos minutos de descanso decidimos iniciar el regreso por la pista que lleva hacia el telesilla, dejando atrás el torrente en el que desemboca el lago que más abajo forma las cascadas del Pont d'Espagne y el camino que continúa hacia el refugio de Oulettes de Gaube y el Vignemale.



La pista que va al telesilla es prácticamente llana y a partir de la llegada de éste se inicia el descenso con varios zigzags pronunciados hasta llegar a su punto de salida. Desde ahí hay unos metros caminando al telecabina o se puede ir andando hasta el Pont de Espagne por cualquiera de los dos márgenes del río.


Una vez en el Pont conviene tomarse un rato para disfrutar de este rincón. Aunque no se pueda hacer la ruta completa merece la pena subir sólo hasta aquí ya que la combinación de cascadas, puente de piedra y refugio/restaurante lo convierte en un lugar muy agradable.






La cascada que encontramos por encima del puente es espectacular, tanto en caudal como en longitud y se puede disfrutar de ella cómodamente desde unos balcones situados en su parte baja.



Desde ellos vemos también el Pont d'Espagne, utilizado antiguamente para el comercio con España y que da nombre a esta zona que en el siglo XIX se hizo muy popular entre la alta sociedad francesa.



Esta zona actúa como puerta del Parque Nacional de los Pirineos, creado en 1967 lo que le convierte en el más antiguo de Francia.



Desde el puente disfrutamos de las vistas sobre las fuertes corrientes de agua que se unen bajo él y que hacen las delicias de todos los visitantes.





Regresamos al aparcamiento en 5 minutos por las pasarelas que se inician junto al puente en lugar de por la pista asfaltada, pudiendo disfrutar de los miradores situados bajo el éste.



Continuamos viaje valle abajo hacia la localidad de Cauterets, famosa estación de esquí que destaca también por sus termas y su bonito entorno lleno de bosques y cascadas, como las de Lutour y Ceriset, gracias a que en los años 50 del siglo pasado sus habitantes se opusieron a que los valles fueran represados para producir energía hidroeléctrica. Cerca de allí otro lugar de interés es el Cirque du Lys y el Lac d'Ilhéou, a donde que se puede llegar en teleférico y caminando.


En Cauterets paramos a dar un paseo y nos sorprende encontrar zonas tranquilas y con encanto gracias a sus edificios de estilo romántico pese a la cantidad de turistas que la visitan cada año. Aparcamos en la zona azul del centro, cerca del Ayuntamiento, ya que los primeros 30 minutos son gratuitos y no íbamos a estar mucho rato (1 hora cuesta 1,50 €). También hay cerca un parking municipal a 0,80 €/hora.




Paseando entre sus calles encontramos también la iglesia de Notre-Dame del siglo XIX.



Tras unas compras en el super ponemos rumbo al furgoperfecto de esa noche en la localidad de Gédre, ya que el día siguiente lo íbamos a dedicar a recorrer los circos de Gavarnie y Troumouse. El pueblo no tiene nada destacable aunque cuenta con Oficina de turismo con wifi gratis.





El furgoperfecto es un aparcamiento grande gratuito con agua corriente, contenedores y baños (letrinas), pero había bastantes mosquitos y algunas zonas no estaban niveladas. Aún así el sitio está bien por donde está situado y es bastante tranquilo, sólo coincidimos con una autocaravana que ya estaba allí cuando llegamos y se marchó pronto por la mañana.



Muy pronto el resto de la escapada en el blog :)

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