Tras pasar la noche en el camping para caravanas Klondike RV Park y disfrutar de sus servicios casi hasta la hora de salida, cerca de las 11 ponemos rumbo a Homer, nuestro destino principal del día.
Por el camino vamos parando en varios miradores junto a la carretera para ver los volcanes del otro lado de la ensenada. Por desgracia persiste la costumbre de señalar miradores en sitios desde los que no se ve nada pero ya nos hemos acostumbrado a ello y nos lo tomamos con humor.
En días despejados se alcanzan a ver Mt. Iliamna, Mt. Spurr y Mt. Redoubt, todos ellos por encima de los 3.000 metros de altitud. Éste último entró en erupción por última vez en 2009. Más hacia el sur está el Mt. Sant Augustine, que aunque de una altura inferior destaca por ser una isla en sí mismo, aunque sólo se ve en días muy claros.
De camino a Homer paramos también en el Deep Creek State Recreation Area, junto a la playa, desde donde se tienen buenas vistas también en días despejados. El parking es de pago (5$ todo el día) salvo los 30 primeros minutos que son gratis y se puede pasar la noche por 10$. En esta playa es común ver tractores ayudando a entrar o salir las barcas que salen de pesca, aunque nosotros no coincidimos con ellos. Aún así la zona no está mal y está cerquita de la Sterling Highway.
Aunque el cielo está nublado impidiéndonos disfrutar de las vistas a lo lejos, disfrutamos mucho del recorrido que vamos haciendo, ya que mismamente junto a la carretera encontramos paisajes de postal con el colorido de los campos y los bosques de abetos por todas partes.
Aunque hay varios lugares más de interés en la Sterling Highway decidimos ir hasta Homer y verlos a la vuelta, ya que el tiempo está un poco revuelto y preferimos que nos pille la lluvia de regreso.
Pero si algo nos sorprendió ese día fue una canción que sonó en la radio:
No nos lo podíamos creer, en medio de Alaska, escuchando una emisora que parecía de música country de repente nos ponen a Mocedades!! No podíamos parar de reír y lo cierto es que se convirtió en uno de los momentos más graciosos del viaje :D
Llegando a Homer, antes de iniciar un pronunciado descenso hacia el pueblo, hay un gran mirador junto a la carretera con bancos, WC y telescopios. Desde él se ve la Homer Spit, parte de Cook inlet y Kachemak Bay.
Tras las fotos de rigor y disfrutar de las vistas nos dirigimos a Homer, famosa por ser la capital mundial de la pesca de halibut.
Siguiendo la Sterling Highway primero atravesamos la parte más moderna del pueblo, pasamos junto al aeródromo y llegamos hasta la Homer Spit, una lengua de tierra con mar a ambos lados y que se puede recorrer tranquilamente en bicicleta ya que cuenta con carril bici junto a la carretera.
Llegamos hasta el final de la carretera donde literalmente "Land ends", aunque a la parte final no se puede acceder con el coche, sólo a pie, es donde se encuentra la terminal de ferry, una empresa petrolera y varios edificios.
Damos un paseo por la zona y nos encontramos con algunos elementos curiosos, como una bici de hierro a tamaño natural o el Seafarer's memorial, un tributo a los que fallecieron en el mar.
Pese a las nubes el día está espectacular y disfrutamos mucho recorriendo la Homer Spit.
Si por algo destaca esta lengua de tierra mar adentro es por sus construcciones típicas de madera, la mayoría destinadas hoy día al turismo con restaurantes, bares, tiendas de pesca o souvernirs, agencias de avionetas para ver osos a Katmai o Lake Clark, etc.
Nosotros habíamos mirado en Internet posibles opciones para el vuelo en busca de osos y muchas de las agencias tenían sus bases aquí (Hallobay, Bald mountain air, Adventure airways, Alaska bear viewing, Emerald Air Service, Alaska ultimate safaris, Alaska bear tours, Scenic bear viewing...). Sin embargo, por lo que vimos, la mayoría de ellas eran más caras que las de Soldotna y alrededores.
A un lado de la lengua encontramos también el puerto deportivo, otro de sus atractivos y que albergan centenares de embarcaciones.
Realmente esta zona es muy agradable y merece la pena dar un paseo por ella, parece que hemos retrocedido en el tiempo unos cuantos años hasta un pueblecito de pescadores.
Y eso sin hablar de los lugares curiosos que encontramos como un autobús de madera reconvertido en vivienda.
Iniciamos el regreso y pasamos de nuevo por el Beluga Lake, a poca distancia de la Homer Spit, junto a la carretera y el aeropuerto de Homer, desde donde salen muchos de los hidroaviones que vuelan a Katmai y Lake Clark NP.
Aún así se intuían unos alrededores impresionantes al otro lado de la Kachemak Bay con montañas imponentes y glaciares como Dixon, Portlock o Grewingk.
Pero antes, saliendo del pueblo, paramos a dar una vuelta por el Homer Farmers Market, aunque pequeñito hay varios puestos de productos típicos y artesanos, algunos de comida, ropa y cosmética. Está junto a la Sterling Highway y abren los sábados por la mañana de 10 a 15 horas y los miércoles de 14 a 17 horas.
A la ida habíamos visto un sitio donde vendían fisch and chips junto a la carretera que tenía drive-through para poder comprar directamente desde la caravana, típico americano, y allá que nos fuimos. Era el Lighthouse Seafood Grill y pagamos 20 $ por 3 trozos de halibut con patatas y ensalada que no estaban mal y que comimos en el mirador que había antes de llegar a Homer. De camino vimos además un curioso bus/tranvía recorriendo las calles de la ciudad.
La primera de ellas en el Anchor Point, una pequeña localidad bautizada así por un ancla que perdió aquí James Cook remontando la ensenada que lleva su nombre. Además es el punto de la red principal de carreteras más al Oeste de Norteamérica y un cartel junto a la Sterling Highway en la milla 157 así lo atestigua.
También paramos en Ninilchik, un pequeño pueblo de origen ruso reconocible en su Iglesia ortodoxa de 1901.
Primero entramos al pueblo en sí, con pocas casas de madera desperdigadas a poca distancia de la costa y calles sin asfaltar, parecía que habíamos retrocedido en el tiempo.
Después fuimos con la caravana hasta la Iglesia, situada en un alto y a la que se llega fácilmente desde la Sterling highway cogiendo el desvío de Orthodoxian avenue. Sólo abre los domingos pero merece la pena verla aunque sea sólo por fuera. Junto a ella está además el cementerio ortodoxo de la localidad, que llama la atención por las numerosas cruces blancas en aparencia desordenadas.
Desde aquí hay además buenas vistas sobre el centro del pueblo y sobre los volcanes del otro lado del Cook Inlet.
También entramos a la zona de Clam Gulch, literalmente la "garganta de la almeja" y que recibe ese nombre por la cantidad de almejas que se pueden encontrar en su playa. Sin embargo no bajamos hasta ella, ya que había que caminar un rato desde la zona de acampada donde se dejan los coches (parking de State Recreation Area) y no nos pareció que mereciese mucho la pena.
Pero poco después tuvimos una agradable sorpresa. Llevábamos todo el día sin ver animales, ni siquiera en Homer, donde dicen que es fácil ver águilas calvas y animales marinos en la zona de Homer Spit, pero mientras conducíamos vimos moverse algo a lo lejos en los campos junto a la carretera: eran coyotes!! Paramos como pudimos para disfrutar de esta pareja que avanzaba a unos metros de distancia entre sí hasta esconderse de nuevo en el bosque y que nos hizo mucha ilusión encontrar.
Los coyotes son mamíferos carnívoros de la familia de los perros que sólo se encuentran en América. Tan sólo viven un promedio de 6 años y casi nunca van en manada, viven y cazan solos o en pareja, que además es de por vida. Son más pequeños que los lobos, con pesos entre 10 y 25 kg y unos 60 cm de altura.
Por último, poco antes de llegar a Soldotna, paramos en el Arc Lake, un lago precioso en especial al atardecer. Aunque hay un pequeño aparcamiento junto a él no está permitido pernoctar.
En él se reflejaban, como si de un espejo se tratase, las nubes que cubrían el cielo amenazantes. Estábamos solos y nos sentamos unos minutos en un banco a disfrutar de la paz y encanto que transmitía este lugar.
Aprovechamos para comprar unas cosas en el super y echar gasolina. Sin embargo esta vez escogimos la zona trasera para dormir con la caravana, más alejada de la carretera y donde pasamos una noche más tranquila. Por desgracia nuestro viaje se iba acercando a su fin...
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