En el mes de abril, aprovechando que teníamos pendiente una estancia en una casa rural regalo de unos amigos, nos acercamos a conocer una zona a la que le teníamos muchas muchas ganas: el norte de la provincia de León.
Tan sólo disponíamos de 3 días por lo que era imposible abarcarlo todo ya que es un área extensa y con mucho que ver: Áncares, Médulas, Bierzo, Babia... así que decidimos restringirlo para no pasarnos el día en el coche. Además la previsión meteorológica era buena por lo que decidimos disfrutar de una de nuestras grandes pasiones: la montaña.
Aunque esta zona quizá no destaca por sus poblaciones sin duda se compensa con la gran cantidad de opciones y actividades para todos los gustos. Estas son algunas de las cosas que hicimos y que recomendamos al 100 %, ya que quedamos prendados de esta tierra y estamos deseando volver:
- Cascada de Valdecesar o Cola de Caballo
En la carretera que va de la localidad de La Vecilla de Curueño al puerto de Vegarada (en la divisoria con Asturias) encontramos esta espectacular cascada totalmente escondida tras unas moles rocosas.
Ya sólo recorrer la carretera merece la pena por los parajes que atraviesa pero una vez allí no podemos irnos sin parar unos minutos. Podemos dejar el coche en el pequeño aparcamiento junto a la carretera y desde ahí caminar hasta unas pasarelas que, en menos de un cuarto de hora, nos adentran en la montaña para disfrutar de esta maravilla.
Importante llevar chubasquero si no queremos mojarnos, aunque será complicado... :)
- Embalse Barrios de Luna
- Perderse
Uno de los encantos de estas comarcas rurales entre montañas es dejarse llevar por ellas, ya sea andando por sus caminos o recorriendo sus carreteras.
Así fue como disfrutamos sin salir del coche de vistas espectaculares del macizo de Peña Ubiña mientras subíamos el puerto de Ventana desde San Emiliano.
O también de la panorámica sobre el valle de Arbás y el embalse de Casares que se obtiene al cruzar un estrecho y antiguo túnel viniendo de la carretera que sube a la Collada de Aralla.
- Gastronomía
No podemos recomendar restaurantes ya que sólo cenamos fuera una noche, en el hostal La Collada de Aralla, donde nos alojamos la última jornada, y donde comimos el menú de 10 € a elegir entre 3 primeros y 3 segundos, casero y muy rico.
Pero si algo nos cautivó de la zona fueron las empanadas. Probamos 2 y a cual mejor: las de la Panadería Luciano en el pueblo de La Magdalena con varios sabores a elegir por menos de 4 €, y una de atún riquísima a un panadero que repartía en furgoneta de Santa Lucía de Gordón.
La dueña de la casa rural donde nos quedamos nos recomendó también la quesería de La Coladilla, cerca de Vegacervera. Nos dijo que además de por los quesos eran famosos por los yogures y helados, llegando a vender estos últimos en verano en unos carritos en León. Por desgracia no pudimos probarlos porque no tenían cuando pasamos por allí, aunque compramos un par de quesos que nos gustaron mucho.
- Rutas
Era nuestro principal objetivo en esta escapada, perdernos en lugares lo más remotos posibles y disfrutar de la paz de la montaña, su fauna y desconectar.
En la zona de los 4 valles se pueden hacer infinidad de rutas, de todo tipo y en cualquier estación del año
Nosotros nos decantamos por estas 3:
Además de seguir el curso del río Omaña, el encanto de la ruta es que pasa por abedulares en los que aún habita el urogallo.
Aunque ver al urogallo es muy muy difícil y nosotros lo conseguimos, sí que tuvimos suerte con la fauna autóctona y pudimos disfrutar un buen rato de una familia de jabalíes que correteaban por allí: la madre, el padre y más de 10 crías que se confundían con las hierbas amarillas.
La ruta llega casi hasta los 1.800 metros de altitud por lo que encontramos nieve en la parte más alta, sobre todo al cambiar a vertiente norte, donde pese a ir por pista nos metimos hasta las rodillas y el avance fue muucho más lento de lo normal.
Para compensar el esfuerzo disfrutamos de vistas espectaculares en todas direcciones.
Este incidente con la nieve es lo que nos hace describirla como de dificultad moderada, probablemente en verano sea una ruta totalmente asequible.
La ruta es muy asequible porque el desnivel es suave y el camino es muy cómodo en todo momento.
Además el entorno es espectacular, caminando por un valle verde, con zonas de pasto llenas de caballos, entre moles de piedra con nieve.
Subimos al collado para disfrutar de vistas hacia la zona de las Ubiñas al noroeste o hacia Las Conforgadas al este.
También podemos disfrutar de algo de fauna, sobre todo aves o un paciente rebeco que nos observó desde unas rocas proximas durante un buen rato.
En la zona de los 4 valles se pueden hacer infinidad de rutas, de todo tipo y en cualquier estación del año
Nosotros nos decantamos por estas 3:
- Fuentes del Omaña: recorrido circular de más de 18 km desde la localidad de Murias de Paredes.
Además de seguir el curso del río Omaña, el encanto de la ruta es que pasa por abedulares en los que aún habita el urogallo.
Aunque ver al urogallo es muy muy difícil y nosotros lo conseguimos, sí que tuvimos suerte con la fauna autóctona y pudimos disfrutar un buen rato de una familia de jabalíes que correteaban por allí: la madre, el padre y más de 10 crías que se confundían con las hierbas amarillas.
La ruta llega casi hasta los 1.800 metros de altitud por lo que encontramos nieve en la parte más alta, sobre todo al cambiar a vertiente norte, donde pese a ir por pista nos metimos hasta las rodillas y el avance fue muucho más lento de lo normal.
Para compensar el esfuerzo disfrutamos de vistas espectaculares en todas direcciones.
- Villafeliz de Babia: ruta lineal de unos 15 km ida y vuelta desde Villafeliz de Babia remontando el curso del río del Puerto por zona de pastos hasta el Collado de Campolamoso
La ruta es muy asequible porque el desnivel es suave y el camino es muy cómodo en todo momento.
Además el entorno es espectacular, caminando por un valle verde, con zonas de pasto llenas de caballos, entre moles de piedra con nieve.
Subimos al collado para disfrutar de vistas hacia la zona de las Ubiñas al noroeste o hacia Las Conforgadas al este.
También podemos disfrutar de algo de fauna, sobre todo aves o un paciente rebeco que nos observó desde unas rocas proximas durante un buen rato.
Es lo bueno de estas zonas tan tranquilas, además de disfrutar del paisaje podemos llevarnos alguna agradable sorpresa.
- Faedo de Ciñera: sencilla ruta de unos 6 km para toda la familia desde la localidad de Ciñera de Gordón pasando por un acogedor hayedo, un pequeño barranco y una mina abandonada
Algunas de las hayas tienen un tamaño considerable y en otras, si miramos hacia arriba podemos encontrar alguna sorpresa.
Después del hayedo encontramos un estrecho surcado por el agua, cortito pero muy chulo, y lo pasamos hasta el final, esquivando a los corredores del Biosferatrail que justo se corría ese día.
En el camino de vuelta nos desviamos para ver los restos de la antigua mina de Ciñera. Hoy sólo quedan un castillete y edificios en ruinas de lo que fue motor económico de la zona.
Un paseo agradable y con muchos atractivos, apto para toda la familia. Además podemos completar el día con una visita a la cercana cueva de Valporquero.
En cuanto al alojamiento durante la escapada estuvimos en dos:
- Casa rural Entre Valles en Benllera.
Acogedora casa rural, con capacidad hasta 4 personas, donde estuvimos muy agusto. El trato fue muy bueno y la casa está genial, super completa, con bañera de hidromasaje y chimenea.
El pueblo de Benllera, de apenas 80 habitantes, es muy tranquilo, genial para dar un paseo o ver ciervos acercarse a los campos cercanos al caer la tarde.
- Hostal La Collada de Aralla
Como su propio nombre indica este pequeño hostal está situado en lo alto de la Collada de Aralla, con la comarca de Luna a un lado y la zona de Gordón al otro.
Es sencillo pero asequible y el trato genial como la cena: un menú por 10 € a elegir entre 3 primeros y 3 segundos que nos supo a gloria.
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