Nunca he sido muy de ver los documentales de La 2, aunque dicho sea de paso, José ha hecho que esto cambiara en los últimos años... Sin embargo siempre he sentido fascinación por los animales y en especial los grandes mamíferos, lo que unido a mi pasión por viajar hiciera de África un destino soñado. Pero era de esos sueños que están ahí lejanos, sin mucha esperanza de cumplirse, en parte por desconocimiento y en parte porque destinos como Kenia o Tanzania eran inaccesibles para nuestro presupuesto.
Sin embargo, gracias a los blogs y redes sociales apareció hace algunos años en el radar un país casi desconocido para mí: Namibia. Las fotos eran espectaculares y cuando empecé a indagar más en profundidad vi que englobaba paisajes impresionantes y fauna salvaje, pero lo mejor de todo es que era a un precio asequible lo que le convertía en el destino perfecto!
A menudo cuando le cuentas a la gente que te vas a Namibia encuentras cara de sorpresa o las típicas preguntas: ¿Eso donde queda? ¿Pero es seguro? ¿Cómo os ha dado por ahí? Y es verdad que muchas veces asociamos África a inseguridad, pobreza y quizá pocos alicientes como destino turístico, somos los primeros que lo mirábamos desde siempre con mucho respeto pero África es enorme, hay muchas diferencias entre unos países y otros y es un error generalizar. Ahora que hemos vuelto podemos decir que, siempre con precaución y sabiendo donde nos metemos, es un destino increíble que merece mucha la pena visitar, no más peligroso que cualquier otro país de los que hemos visitado y un contraste para el que conviene ir mentalizado pero que nos abre la mente y nos enriquece totalmente.
Aún así al principio tuvimos que luchar con nuestros propios miedos y prejuicios, nos suele costar lanzarnos a este tipo de viajes (nuevo continente, riesgo de enfermedades, largos vuelos, etc), lo que añadido a que había otros muchos destinos en la lista hizo que la idea se quedara relegada a un rincón. Hasta que el año pasado vimos que era el momento y tras hablar con unos amigos que habían estado allí y que nos hablaron maravillas, decidimos no dejarlo más y nos metimos de lleno en ello.
Por desgracia las fechas no nos cuadraban bien y al final no pudo ser, así que cuando este año supimos que teníamos un par de semanas en junio no quisimos posponerlo más y nos lanzamos de cabeza. Pese a que leíamos en todas partes que convenía mirarlo con meses de antelación y nosotros solo teníamos 2 por delante no quisimos dejarlo pasar otra vez y, en parte gracias a que primeros de junio todavía no es temporada muy alta y que éramos bastante flexibles, mirándolo todo rápido conseguimos vuelos asequibles y organizar un planning adaptando lo que había disponible a lo que queríamos visitar.
Aunque es habitual complementar este destino con visitas a las Cataratas Victoria en Zambia o el Parque Nacional de Chobe en Bostwana, nosotros tan sólo disponíamos de 12 días y preferimos centrarnos en Namibia.
Así que, aunque con algunos cambios consecuencia del golpe de realidad que nos dimos al llegar (Namibia es África y no se puede planificar como Europa u otros países occidentales, habíamos sido demasiado optimistas), este fue más o menos el recorrido que realizamos:
Día 1: Vuelos y llegada al país
Día 2: Solitaire y PN Namib - Naukluft (Sesriem Canyon y Dune Elim)
Día 3: Sossusvlei (Parque Nacional del Namib - Naukluft)
Día 4: Walvis Bay y Swakopmund
Día 5: Cape Cross y Skeleton Coast
Día 6: Twyfelfontein, Organ Pipes y Spitzkoppe
Día 7: Rumbo a Etosha
Días 8, 9 y 10: Etosha (información práctica y fauna)
Días 11 y 12: Camino a Windhoek y regreso a casa
Ya allí nos dimos cuenta que el planning era demasiado ambicioso pero es algo que nos suele ocurrir, queremos ver lo máximo posible en los días que tenemos y acabamos sin parar de un lado a otro. Sin embargo ya de vuelta del viaje creo que Namibia en particular, y probablemente África en general, se merecen viajar a otro ritmo, con más calma y quizá llegando a menos sitios pero disfrutando más de cada uno.
Además la impresión que tuvimos es que muchos se parecen y algunos no merecen lo que cuesta llegar hasta ellos por lo que si pudiéramos cambiar algo sería eso, bajar el ritmo y aplicar el dicho: menos es más. Si se disponen de pocos días como fue nuestro caso, recomendamos dividirlos entre el Namib, Spitzkoppe y Etosha, en especial para los amantes de la naturaleza, la fauna y la fotografía.
Todas las cuestiones prácticas sobre la organización del viaje (vuelos, economía, transporte, qué llevar...) las dejamos en la entrada de Información práctica. Y muy pronto podréis encontrar aquí todas las entradas de este sueño hecho realidad en forma de viaje!! :D
Todas las cuestiones prácticas sobre la organización del viaje (vuelos, economía, transporte, qué llevar...) las dejamos en la entrada de Información práctica. Y muy pronto podréis encontrar aquí todas las entradas de este sueño hecho realidad en forma de viaje!! :D
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