Swakopmund es un buen destino para descansar de la tienda de campaña al menos por una noche. No se recomienda dormir en ella, y de hecho apenas hay campings y los que hay están en las afueras hacia el interior, por los fuertes vientos y ocasionales tormentas de arena. Por ello buscamos un alojamiento para esa noche.
Aunque nuestra primera opción fue Japie’s Yard, un hostel en el centro de la ciudad donde la habitación doble con baño y cocina compartidos costaba 405 NAD, cuando concretamos más la ruta tuvimos que cambiar de fecha y encontramos Man Cave Suite que nos gustó más. Pudimos anular la reserva sin coste gracias a la opción de cancelación gratuita de Booking. El Man cave suite, situado a las afueras de Swakopmund, lo reservamos también a través de Booking. Su precio era de 425 NAD (sólo pago en metálico), pero nos atrajo por estar fuera del centro (pensamos que sería mejor para aparcar) y porque era un apartamento entero.
Aunque el alojamiento está muy bien y concuerda con lo que se muestra en Booking, para nosotros lo peor fue la ubicación, se encuentra en una zona residencial de casitas bajas de colores pero junto a un descampado, justo en el límite con la zona de chabolas. Además nos resultó bastante díficil de encontrar porque en las apps que llevábamos para desplazarnos sin internet (Google maps y Maps.me) no permiten buscar números de calles y al ser el 4126 de una que daba varias vueltas fue un poco caótico. En la web proporcionan las coordenadas que pueden ser de ayuda en estos casos: 22°38'49.3"S 14°33'03.2"E.
Por otro lado, el día anterior habíamos escrito a través de Booking para avisar de nuestra hora de llegada entre 18 y 19 horas, pero vimos que es mejor escribir al dueño directamente a su teléfono porque llegamos a las seis y él no apareció hasta una hora después y tras llamarle por teléfono. No sabemos si es algo habitual o se despistó.
Sin embargo el trato fue genial, Michael, el dueño, es muy majo y atento. La casa tiene un garaje para 2 coches pero como el nuestro llevaba la tienda de techo no entraba de alto. Nos propuso dejarlo delante de la casa dentro del muro que tenía unos cables electrificados por encima. Él vive en la casa lo que está genial por si necesitas algo.
El apartamento que alquila está ubicado detrás de su casa, es como una casita de invitados. Por dentro está decorado al estilo occidental, tipo Ikea y está todo muy limpio.
Está dividido en dos espacios: la cocina - saloncito y la habitación con baño integrado (la ducha es transparente).
En el baño había gel de ducha pero no secador. Toalla sólo había una pero probablemente fue un despiste y si se la hubiésemos pedido nos habría dado alguna más. Sin embargo la cama era comodísima.
En el otro espacio, dedicado a la cocina / salón, tenemos todo lo necesario para cocinar (microondas, nevera, cosas para fregar, cocina eléctrica...)
La parte "salón" es bastante básica, sólo cuenta con un sofá, tele y una mesilla, pero no hay una mesa como tal para comer, hay que ponerse con unas sillas en la mesita baja. No hay aire acondicionado aunque sí un ventilador. Nosotros al ser invierno no lo necesitamos, no sabemos cómo será en época de calor. Hay WIFI con contraseña y aunque a veces se salta en general funciona bien.
Michael nos había dejado folletos de Namibia sobre la mesa para llevarnos, incluido un mapa de carreteras que nos vino genial.
Está dividido en dos espacios: la cocina - saloncito y la habitación con baño integrado (la ducha es transparente).
En el baño había gel de ducha pero no secador. Toalla sólo había una pero probablemente fue un despiste y si se la hubiésemos pedido nos habría dado alguna más. Sin embargo la cama era comodísima.
En el otro espacio, dedicado a la cocina / salón, tenemos todo lo necesario para cocinar (microondas, nevera, cosas para fregar, cocina eléctrica...)
La parte "salón" es bastante básica, sólo cuenta con un sofá, tele y una mesilla, pero no hay una mesa como tal para comer, hay que ponerse con unas sillas en la mesita baja. No hay aire acondicionado aunque sí un ventilador. Nosotros al ser invierno no lo necesitamos, no sabemos cómo será en época de calor. Hay WIFI con contraseña y aunque a veces se salta en general funciona bien.
Michael nos había dejado folletos de Namibia sobre la mesa para llevarnos, incluido un mapa de carreteras que nos vino genial.
Y en cuento al pago se lo recordamos nosotros, como se iba a las 6 de la mañana a trabajar lo dejamos pagado la noche anterior. Nos comentó que su hermana vivía con él y lo habitual era que estuviera ella por la mañana pero estaba en Windhoek esos días. Nos dijo que no había problema en que nos fuéramos a la hora que quisiéramos y que dejáramos las llaves dentro al marchar.
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