jueves, 17 de septiembre de 2020

Día 4 Roadtrip por Galicia (26/09): Serra do Courel y O Cebreiro


Tras pasar la mañana en Lugo, el cuarto día de roadtrip por tierras Gallegas nos llevaba definitivamente hacia el interior. Tras varios días de costa y ciudades necesitábamos volver a lo que más nos llena: la montaña.

Así que pusimos rumbo a los Ancares, otro de los objetivos principales del viaje, y donde esperábamos conocer su cultura y hacer alguna ruta. 


 


En lugar de la autovía volvimos a decantarnos por carreteras comarcales menos transitadas y que nos fuesen sorprendiendo con lugares especiales de la zona, como el Monasterio de San Julián de Samos, en el que es posible visitar sus claustros y alojarse ya que es albergue para peregrinos del Camino de Santiago. 



Pero de camino a nuestro destino volvimos a improvisar y nos desviamos un poco para conocer otra zona de la que habíamos oído hablar y que quedaba cerca: la Serra do Courel.


No llevábamos nada de información de la zona y tampoco queríamos entretenernos demasiado porque las vacaciones iban llegando a su fin y no nos quedaban muchos días pero al menos pasando con el coche conseguíamos una primera impresión para ver si merecía más días en futuras escapadas.

Y lo cierto es que sí, aunque quizá de entrada no impresiona tanto como otras zonas, esta sierra guarda muchos tesoros escondidos por explorar y rutas senderistas como a nosotros nos gustan. Además no está nada masificado, es un gran desconocido perfecto para los que buscamos tranquilidad y encontrarnos con algo de fauna.


El municipio principal de la zona es el de Folgoso do Courel, dividido en dos por el río Lor. El paisaje es irregular, con múltiples valles encajados entre montañas redondeadas que sin embargo llegan a alcanzar los 1.641 metros en el Pico Formigueiros. Y tiene atractivos culturales como los castros o las tradicionales alvarizas equivalentes a los cortines asturianos donde se protegían las colmenas del acceso del oso.


A las afueras del propio Folgoso do Courel encontramos de hecho un punto de interés, la Fervenza da Pedreira, una cascada de unos 30 metros de altura sobre una pared de pizarra en el Rego do Val (apto para barranquismo). Por desgracia nosotros la encontramos sin agua pero merece la pena acercarse ya que está a menos de 15 minutos de la carretera (aunque hay que hacer una pequeña subida).


Para quitarnos un poco la espinita dimos un paseo por el río Lor al ver señalizados junto a la carretera los Pozos das mulas, do Pontón y das Arandainas. 

 

Aunque no llegamos hasta el final caminamos un rato por el bosque siguiendo una senda paralela al cauce del río con la temperatura varios grados respecto al mundo exterior, perfecto para una tarde de verano.




Otro de los lugares de interés de la Serra do Courel es la Devesa da Rogueira, donde se encuentra el Pico Formigueiros. Las devesas son bosques atlánticos orientados al norte en laderas empinadas y húmedas, en los que podemos encontrar robles, hayas, avellanos, tejos, etc. Hay un aula de la naturaleza donde encontrar más información y varias rutas señalizadas.



Podemos encontrar más información de la Serra do Courel en su web o en la de Turismo Galicia, la Diputación de Lugo o si se busca algo más de entretenimiento el programa de Jesús Calleja Volando Voy estuvo por allí. 


Finalmente pusimos rumbo al norte y una parada obligatoria es O Cebreiro, puerta de entrada a Galicia del Camino de Santiago y que suele salir en televisión por el mal tiempo o las nevadas con que recibe en ocasiones a los peregrinos. Nada que ver con el día que encontramos nosotros, una suerte para disfrutar de las vistas desde este alto. 


Es una población muy pequeña, surgida entorno al Santuario de Santa María de O Cebreiro y casi diríamos más reclamo turístico que otra cosa, con varias tiendas de recuerdos y cafeterías, pero merece la pena una parada igualmente. 



Aún conserva la arquitectura tradicional y se pueden ver alguna pallozas o el Santuario, un templo del siglo IX que ha sufrido importantes reformas a posteriori. Se trata del monumento más antiguo íntegramente conservado de la ruta jacobea, aunque su fachada actual no es la original.


En su interior podemos encontrar un relicario regalado por los Reyes Católicos en 1486 que guarda un grial y una patena y de hecho a ella se ha relacionado en alguna ocasión con la leyenda del Santo Grial.

Repartido entre 4 pallozas encontramos el Museo etnográfico. Tres de ellas están musealizadas y la cuarta se usa como almacén. Son construcciones de planta ovalada, muros bajos y techos de paja típicas de la zona, en las que durante siglos convivían campesinos y animales.


Abre de martes a sábado, con distinto horario en verano e invierno (más información aquí) y la entrada es gratuita.



Finalmente escogimos para pasar la noche la localidad de Pedrafita do Cebreiro, concretamente un aparcamiento a las afueras del pueblo con mesas de picnic y baños públicos (con ducha de agua caliente, aunque cuando estuvimos se habían llevado las alcachofas). Está frecuentado por camiones ya que es un área de descanso de la A6 pero aún así nos pareció bastante tranquilo.


El pueblo no es muy grande pero tiene todo tipo de servicios: gasolinera, restaurante, panadería, farmacia, tienda... De hecho nosotros compramos allí la cena, en una tienda de una pareja mayor junto a la carretera: una empanada de atún y queso de Arzúa que habíamos descubierto la noche anterior en Lugo, para combinar con un poco de tomate que era nuestra perdición.


Por lo que leímos los días 5 y 21 de cada mes hay feria de ganado y ponen muchos puestos de comida donde venden pulpo, quesos y muchos otros manjares, habrá que volver...

No hay comentarios:

Publicar un comentario