sábado, 18 de marzo de 2023

Venecia con niños y/o furgo


En 2021 cumplí uno de mis sueños viajeros: visitar Venecia! Fue durante un roadtrip en furgo con nuestro peque de 4 meses pero sólo estuvimos un día y aunque fue suficiente para ver lo principal y enamorarme de la ciudad me quedé con ganas de más, así que en octubre de 2022 repetí destino en una escapada de 4 días con el peque (por entonces ya de casi año y medio) y la abuela. 



Aunque en ninguna de las dos visitas profundizamos demasiado en sus monumentos, ya que al ir con el peque queríamos tomarlo con bastante calma y sin presiones, toda esa información se puede encontrar fácilmente en muchos blogs en las típicas entradas "qué ver en Venecia en X días". Aún así quería compartir nuestra experiencia por si puede ayudar a alguien y en especial a gente que viaja con niños por primera vez y de todas formas hemos hecho finalmente también un post con lo que vimos y los básicos que recomendamos para cualquier visita a la isla.


Y es que, aunque no hubiese estado el peque, probablemente hubiésemos hecho una visita parecida, ya que cuando visitamos ciudades callejear y dejarnos sorprender suele ser lo que más nos gusta y en Venecia es para mí casi lo mejor de la ciudad. 


Vuelos y traslado desde el aeropuerto

Llegar a Venecia en avión resulta bastante sencillo: a su aeropuerto principal Venezia Marco Polo vuelan multitud de compañías, entre ellas varias de bajo coste como Ryanair o Volotea que fueron las que escogimos nosotras. 

Un detalle que se agradece por parte del aeropuerto es encontrar fuentes de agua, al menos en la zona de llegada de equipaje, que nos permiten recargar nuestras botellas de forma gratuita y ahorrar plástico al planeta además de unos euros a nuestro bolsillo.

Para volar allí nosotras escogimos Volotea desde Bilbao para la ida (por un tema de horarios) y Ryanair para la vuelta a Santander, y en ambos casos la duración del vuelo es de aproximadamente 2 horas y 15 minutos. Ryanair conecta la ciudad de los canales con otras ciudades españolas como Zaragoza, Madrid o Barcelona.

Las fechas escogidas fueron del 11 al 14 de octubre aunque no fue así inicialmente. Teníamos previsto viajar a finales de septiembre pero cuando fuimos a comprar los billetes habían modificado los horarios de los vuelos para esas fechas y como no nos iban bien decidimos retrasarlo. 

El coste de los vuelos fue 104 € la ida con Volotea y 146 € la vuelta con Ryanair los 3 con equipaje de mano incluido (en Volotea teníamos también posibilidad de maleta facturada por ser miembros de Megavolotea y lo aprovechamos para ir menos cargados en el avión).

En ambas compañías el peque no tiene asiento asignado y por tanto no paga billete como tal sino que los menores de 2 años pagan un importe fijo (25 €) por trayecto y viajan encima de uno de los adultos, para lo que te proporcionan un cinturón de seguridad especial que va enganchado al tuyo. A partir de esa edad las tarifas aplicables son las mismas que para los adultos. Y algo que nos llamó la atención es que el asiento asignado es en ventanilla. 


Tampoco tienen derecho a equipaje propio, se deberá compartir con la persona responsable aunque esto difiere según la compañía. En Volotea era tal cual aunque no nos parecieron nada estrictos en el embarque, mientras que en Ryanair el adulto acompañante puede llevar una bolsa de bebé de hasta 5 kg (45x35x20cms) además de su propio equipaje de mano. 

Lo que sí está incluido en ambas es llevar hasta 2 artículos de equipamiento infantil sin coste adicional como un cochecito de bebé, una silla de coche o una cuna plegable, aunque hay que tener en cuenta que estos artículos deben registrarse en el mostrador de facturación. Si el cochecito cumple las medidas de equipaje de mano (55 x 40 x 20 cm) y se quiere llevar hasta el avión con nosotros hay que elegir entre llevar en cabina el cochecito plegable o la maleta de mano. 

Una vez registrado, podremos llevarlo hasta la puerta de embarque donde el personal de la aerolínea lo recogerá y nos lo entregarán en destino por las cintas de recogida de equipaje especial, algo importante ya que nosotros no lo sabíamos y estuvimos esperando en la de las maletas normales hasta que otra familia nos lo comentó.  


Otro detalle viajando con peques es que está permitido pasar líquidos por el control de seguridad (leche, zumo o incluso comida líquida como purés) y una vez en el avión la tripulación puede calentar los biberones si es necesario. 


Una vez en el aeropuerto podemos llegar a Venecia por tierra en autobús o por agua con taxis o transporte público.

Si se opta por el autobús podemos escoger entre la línea 5 del transporte público, que tarda una media hora y son 8 € el billete (o 15 € i/v con opción de ticket combinado bus + barco por 14 €/trayecto), o el ATVO Venice Express que tarda unos 20 minutos y cuesta 10 € (18€ i/v). En cualquier caso los autobuses llegan a Piazzale Roma, a la entrada de Venecia y desde ahí hay que recurrir a otros medios para llegar al alojamiento.  

Nosotros optamos por el transporte público acuático, gestionado por Alilaguna, porque era el que nos resultaba mejor calidad/precio: nos dejaba más cerca del alojamiento que el autobús sin ser tan caro como un taxi. 



Además hay bastante frecuencia de salidas, prácticamente cada media hora y 2 líneas con distintos recorridos (azul y naranja).   


Los billetes se pueden comprar por internet por 27 € ida y vuelta, aunque hay que ir a la taquilla que hay junto al embarcadero del aeropuerto a canjearlos por tickets físicos al igual que hay que validarlos antes de subir a bordo en las máquinas amarillas que hay a la entrada de los muelles (a la vuelta). 

Muy importante también conservar el billete durante todo el trayecto o periodo de validez (ida y vuelta, 24 horas, etc.) ya que a la vuelta nos lo pidieron al bajar del barco en el aeropuerto (y fue un poco caos con idas y venidas de personal de la compañía porque creímos haberlo perdido y tardamos en encontrarlo).



En nuestro caso el trayecto fue de unos 40 minutos ya que nos bajamos en la parada Guglie y desde ahí teníamos 5’ andando al alojamiento.



Venecia en furgo

En general las ciudades no suelen ser el mejor medio para moverse en camper o autocaravana por sus grandes dimensiones, pero la ciudad de los canales está literalmente surcada por agua e incluso los medios de transporte públicos aquí son acuáticos. Por ello la circulación de vehículos rodados está restringida y tan sólo se puede llegar hasta la entrada de la isla en transporte terrestre (tren, bus, turismo, tranvía...) como hemos comentado en el apartado anterior. 

Si viajamos a Venecia en nuestra furgoneta, autocaravana o turismo tenemos la opción de dejarla en uno de los parkings de la isla de precio más elevado o hacerlo en Mestre y coger un tranvía que nos cruce hasta Piazzale Roma.

Nosotros habitualmente cuando vamos a visitar una ciudad solemos recurrir a la app Park4night aunque no vayamos a pernoctar, ya que en ella podemos encontrar información sobre aparcamientos existentes y comentarios recientes de precios y condiciones. 

En nuestro caso, en nuestra primera visita teníamos claro que queríamos pasar al menos una noche cerca de Venecia para poder aprovechar el día por allí al máximo y puesto que los comentarios de los aparcamientos no eran muy buenos, ni los gratuitos en la parte continental que parecían inseguros ni el de Venecia pese al precio de 22 € por 24 horas sin servicios (sólo WC), decidimos pernoctar en un área de AC a las afueras de Mestre, justo antes de cruzar a Venecia. Y lo cierto es que para nosotros fue todo un acierto. 


Su nombre es Área de San Giuliano Venice y se trata de una explanada de gravilla con árboles, con algunas plazas al sol y muchas a la sombra. Está en un área industrial, a 10 minutos a pie de la parada del tranvía a Venecia, aunque por una carretera sin acera y hay que cruzar otra con bastante tráfico. El trayecto del tranvía cuesta 1,5 € por persona y en la propia recepción del área te los venden si quieres.

El precio del área son 18€ por 24 h y 4€ más por conectar la electricidad (la carga y descarga sí están incluidos en el precio) pero sólo se puede estar un máximo de 48 horas. Y es que leímos que en temporada alta se suele llenar, por lo que conviene reservar en su web. Además hay baños y WIFI gratuito (bajo registro). El personal nos pareció muy amable y hablaban español. Nosotros estuvimos muy a gusto, pasamos una noche tranquila y nos sentimos seguros por lo que repetiríamos sin duda. 


Alojamiento

Si no viajamos con la casa a cuestas y queremos pasar la noche en la zona para dedicar más de un día a Venecia (lo cual recomendamos totalmente) tendremos que buscar alojamiento. 

En nuestra segunda visita fue así y barajamos la opción de quedarnos en Venecia o Mestre, la ciudad más cercana en la parte continental de precios bastante más asequibles y conectada por tranvía. De hecho llegamos a reservar en ambas con cancelación gratuita, pero finalmente nos decantamos por la opción en Venecia, ya que al viajar con un peque de un año nos pareció que sería más cómodo estar ya en la ciudad, con un lugar próximo al que ir a descansar si nos hacía falta y sin tener que coger el tranvía cada día ida y vuelta. La diferencia total de precio era de 130 € en 3 noches (a lo que habría que restar el tranvía de los 3 días 2 personas) y nos pareció que no nos compensaba el ahorro.

Aunque no nos llegamos a alojar, dejo aquí las opciones que barajamos para esas 3 noches del 27 al 30 septiembre por si son de utilidad:

Toniolo Venice rooms en Mestre (266 €)

Cannaregio suite with garden en Venecia (397 €)

Sin embargo, al cambiar las fechas del viaje no nos alojamos tampoco en éste último, encontramos otra opción en Venecia algo más barata y que nos convencía más, porque lo que nos gustaba de ese es que tiene un patio cerrado donde podía correr el peque tranquilo pero en los comentarios leímos que estaban en obras y no nos pareció la mejor idea.

Finalmente nos alojamos en Casa Alyssa, reservado en Booking con cancelación gratuita hasta el día anterior, con un precio por 3 noches de 360 €. A esto hay que añadir la Tassa di Soggiorno, que varía según la época del año, la zona y tipo de alojamiento. En nuestro caso fueron 4€ por persona y noche, es decir, 24 € en total (los menores de 10 años no pagan y hay reducciones entre 10 y 16 años o en la zona continental). Esta tasa se paga hasta la quinta noche de estancia.

El alojamiento es un piso gestionado por particulares pero estaba bien para lo que hay por allí, no era muy nuevo pero tenía buen tamaño, unos 80 metros cuadrados, con WIFI, televisión, calefacción y aire acondicionado, y estaba limpio que era lo que buscábamos. Se me olvidó hacer fotos pero las de Booking son bastante realistas, quizá un poco más viejo pero la distribución es tal cual con un baño, cocina, salón amplio y 3 habitaciones.

El baño está bien, cuenta con bidé y ducha y hay artículos de aseo y toallas disponibles.


Las habitaciones sencillas y con decoración bastante anticuada pero la cama nos resultó cómoda. Una de las habitaciones tiene cama de matrimonio grande y las otras 2 son bastante pequeñas con camas individuales.  



Y la cocina tiene de todo (microondas, lavadora, horno, tostador...) incluida mesa para comer hasta 6 personas aunque no estaba preparada con tanto detalle como en las fotos.


Lo mejor del alojamiento para nosotras era la ubicación, en Cannaregio, un barrio de los aún habitados por locales, en una zona tranquila, con servicios como un supermercado CONAD y cerca de la parada del barco al centro y al aeropuerto. 

Al llegar nos costó un poco encontrarlo porque en Venecia las calles son un poco caóticas y los números de los portales no están muy visibles, pero en Booking hay fotos de la fachada y alrededores que nos pueden ser de ayuda.


El horario de entrada es entre las 14 y 20 horas y la salida entre las 8 y las 10 de la mañana. Nosotros llegábamos y nos íbamos por la tarde por lo que la entrada nos iba bien pero la salida nos limitaba el tema del equipaje: hacer turismo con maletas, el peque y la silla no era un gran plan pero ir al aeropuerto varias horas antes se nos podía hacer un poco largo. 

Así que buscamos opciones para dejar el equipaje y aunque hay varias empresas en distintos puntos de la ciudad (Stow your luggage, Radical storage, Nannybag o Luggage Hero) nos quedaban bastante a desmano del piso. 

Si se llega en transporte terrestre quizá la mejor opción es la consigna de la Estación de tren de Santa Lucía. De todas formas en la web de Venezia Unica se puede encontrar mucha más información.

En nuestro caso les comentamos la situación a los dueños del alojamiento y nos dijeron que no había problema, tienen una tienda de sombreros en San Leonardo, Nifema, y podíamos dejarlo allí las horas que necesitáramos (contando que al mediodía cerraban para comer). 


Lo cierto es que, si bien el recibimiento fue un poco peor de lo esperado, ya que tuvimos que esperar bastante rato y la mujer que nos recibió no fue especialmente cálida, sólo hablaba italiano por lo que para las explicaciones sobre el piso (la basura por ejemplo se saca en días alternos según sea cartón, vidrio, orgánico...) fue un poco sálvese quién pueda, en conjunto quedamos muy contentas y repetiríamos estancia. De hecho, al recoger las maletas en la tienda y despedirnos su hija nos dio una tarjeta para que si volvíamos en alguna ocasión les contactáramos y ver si nos podían hacer un precio más ajustado. 


Moverse por Venecia

Como mencionábamos al principio del post, la peculiaridad de Venecia es que está compuesta por canales, ríos e islas conectadas por puentes y por ella no está permitido el tráfico de vehículos rodados (ni siquiera bicicletas a mano), todo se mueve en embarcaciones de mayor o menor tamaño, desde la mensajería a la basura y por supuesto, las personas. Por algo se trata de la ciudad de los canales por excelencia.

En consecuencia, no podemos movernos por ella con nuestro vehículo particular y si no queremos caminar debemos usar el transporte público, barcos conocidos como vaporettos o los taxis acuáticos de uso más particular.

El tráfico rodado puede llegar hasta Piazzale Roma, donde encontramos, además del moderno Ponte de la Constituzione y la Oficina de turismo (el mapa plegable de la ciudad con información en italiano e inglés cuesta 3 €), una parada de vaporetto donde coger uno de los barcos que nos llevan hasta San Marcos a través del Gran Canal (línea 1) y que puede ser un inicio de visita espectacular. 


En esta parada podemos coger también la línea 2 que navega igualmente por el Gran Canal pero sólo hasta Rialto.



En nuestra primera visita decidimos hacerlo así: compramos un ticket sencillo para cada uno y en esa parada cogimos el primer barco que nos llevaba a San Marcos para desde ahí ir volviendo caminando viendo los lugares que nos interesaban y callejeando por la ciudad. Eso sí, conviene ir con paciencia porque esta línea tiene bastantes paradas, los barcos suelen ir llenos y son bastante ruidosos. Aunque las vistas nos ayudarán mucho.



Sin embargo el precio del billete sencillo (con validez de 75 minutos desde su validación en las máquinas) es de 9.50 €, por lo que no es nada barato y sólo nos interesa si vamos a hacer algo así. Si tenemos previsto o dudamos si vamos a coger más veces el transporte público nos compensa coger un pase de día por 25 € (o de 2, 3 o 7 días según nuestra estancia), que podemos comprar una vez allí en taquillas, máquinas automáticas y vendedores autorizados (podemos consultarlos aquí) u online desde casa. Nosotras no sabíamos de cuantos días necesitaríamos, dependía de lo que hiciéramos el día de la llegada y decidimos comprarlos allí. Finalmente cogimos para 2 días por 35 € en un kiosko cerca de nuestro alojamiento.


Estos pases incluyen no sólo los vaporetti en Venecia y las islas cercanas (Murano, Burano, etc), sino también el tranvía que conecta con Mestre, el People mover o el tren Trenitalia dentro del municipio de Venecia, si bien no comprende los servicios de transporte al aeropuerto. People mover es una especie de transfer o tren ligero que conecta Piazzale Roma con Tronchetto, donde se encuentran los parking a la entrada de Venecia y la estación marítima.

Los pases diarios hay que validarlos también en las máquinas que hay en los muelles antes de acceder al barco y su duración se inicia con la primera validación y los menores de 6 años viajan de forma gratuita. Además está permitido llevar hasta 3 piezas de equipaje siempre que la suma total no supere los 150 cm (aunque muchos vaporetto van tan llenos que lo difícil es encontrar donde ponerlo).


A la hora de comprarlos online hay que crear una tarjeta Venezia Unica pass, con nuestro nombre y apellidos, y sobre esa se cargan los pases por días de transporte público u otros servicios que se quieran adquirir, como el traslado al aeropuerto o las entradas a museos. Además, hasta diciembre de 2023, si se compra online con al menos 30 días de antelación se puede obtener un interesante descuento.


Otro de los medios de transporte típicos venecianos son por supuesto las góndolas. Sin embargo estas se destinan mayoritariamente para paseos turísticos que se pueden contratar a través de plataformas como Get your guide, que ofrecen 30 minutos desde 30 €/persona en góndola compartida con hasta 5 personas o paseos privado a partir de 120 €, o allí sobre la marcha acordando con el gondolero las condiciones. 


Por lo que leímos en blogs como De mayor quiero ser mochilera existe una tarifa oficial que es de 80 € por 30 minutos toda la góndola (100 € a partir de las 19 horas) pero algunos pueden pedir más dinero según la zona o la afluencia de gente en ese momento.


Aunque si lo que queremos es montar en una góndola sin dejarnos mucho dinero y no nos importa que la experiencia sea corta nuestra opción es el traghetto, una góndola más antigua sin decoración ni asientos que se utiliza para cruzar el Gran canal y su precio es de 2 €. 


Hay 7 paradas a lo largo del Gran canal identificadas con carteles en los muelles de madera, como la que hay junto al Mercato Rialto, o el que conecta Santa Maria della Salute con Santa Maria del Giglio y que nos permite ahorrar 40 minutos de caminata además de vivir la experiencia. Nosotros no lo llegamos a hacer porque a mis acompañantes les da miedo el agua y no les convencía mucho (se viaja de pie) pero lo tengo pendiente para la próxima visita.


Otra información útil

Aunque en Europa tenemos la Tarjeta sanitaria europea que nos cubre los gastos de salud en los mismos términos que los ciudadanos del país de destino (lo que puede implicar copagos en medicamentos o pruebas) desde que viajamos con el peque preferimos ir descuidados contratando un seguro de viaje que nos facilite la logística encargándose de todo si lo necesitamos y que nos cubra todos los gastos. 

En este caso lo contratamos con IATI en la modalidad IATI familia, que tiene coberturas especiales para niños, y nos costó tan sólo 28 € los 4 días para los 3. Incluye desde asistencia médica hasta 300.000 € (incluyendo COVID 19) hasta 1.000 € por daños o robos de equipaje o 350 € de gastos odontológicos, además de atención telefónica pediátrica que da mucha tranquilidad. 

Nosotros por suerte no lo hemos tenido que usar nunca de momento (y cruzamos los dedos para que siga así) pero nos consta que otros viajeros como Bea de Verde por dentro o Carla de La maleta de Carla que sí han tenido que usarlo han quedado muy contentos con la atención. En sus webs podéis encontrar enlaces para contratarlo con un 5 % de descuento.

Lo que sí tenemos por estar en Europa es la facilidad de poder usar nuestro móvil como en casa, desde la desaparición del roaming hace unos años podemos hacer llamadas y usar internet como en nuestro país sin cargos adicionales. 

Otra cosa que solemos mirar en nuestros viajes es la hora a la que amanece y atardece para hacernos una idea de las horas de luz con las que contamos o si tenemos previsto ver el atardecer en algún lugar hacerlo coincidir. Hay multitud de webs donde consultarlo como Meteogram.


Si nos alojamos en apartamentos tenemos que tener en cuenta también el tema de la recogida selectiva de basura, ya que no hay contenedores en la calle como estamos acostumbrados en la mayor parte de España sino que la recogida es puerta a puerta (de 8:30 a 12:00) o llevándola a embarcaciones situadas en diferentes puntos de 6:30 a 8:30 de la mañana (de lunes a sábados) y está prohibido abandonar bolsas en la calle bajo sanción de más de 150 €. Suelen explicarlo al recibirnos y contar en los alojamientos con pequeñas guías pero por si no es así o se quiere más información en esta web o en la aplicación para móvil Scoasse, que significa basura en dialecto veneciano, detallan el funcionamiento. 



Y a nivel curiosidad, os dejamos un listado de palabras útiles en Venecia que vimos a 3 mujeres en ruta y nos pareció muy interesante para orientarnos si no sabemos italiano:

        Fondamenta: calle que bordea un canal

                  Salizada: calle principal

                  Riva: calle que da al Gran Canal

                  Ramo: calle sin salida, generalmente da a un canal

                  Campo: plaza

                  Campielo: plaza pequeña

                  Piazza: sólo hay una, la Piazza San Marcos

                  Sestiere: barrio


Por último, el concepto de Acqua alta, que en ocasiones escuchamos en las noticias en referencia a inundaciones en Venecia, son mareas extraordinarias superiores a 110 cm por encima de los niveles normales (aunque a partir del metro ya puede haber afectaciones en zonas bajas como San Marcos) y que se dan varias veces entre noviembre y abril. Aunque puede causar inundaciones todo suele volver a la normalidad más o menos rápido en aproximadamente un par de horas y se colocan pasarelas para seguir haciendo vida mientras.

Nosotros no las hemos vivido en ninguno de los dos viajes pero sí que consultamos la previsión de mareas en el Centro de Predicción. De todas formas por lo que leímos llegado el caso suena una alarma con distintos tonos para alertar a los venecianos y que la gente pueda reaccionar:

  1. con un tono uniforme (hasta 110 cm por encima de lo normal) la gente no se suele inmutar
  2. dos tonos de intensidad creciente (de 110 cm a 120 cm) hay que ponerse las botas de agua
  3. tres tonos de intensidad creciente (unos 130 cm) montan las pasarelas para poder caminar
  4. cuatro tonos de intensidad creciente (140 cm o más) las tiendas cierran antes de tiempo


Venecia con niños

Además de las cuestiones generales cuando se viaja con niños, como paciencia infinita asumiendo que el ritmo va a ser más lento, rebajar expectativas de sitios a visitar o buscar planes que les incluyan, en el caso de Venecia además tenemos que tener en cuenta que es una ciudad antigua con canales y limitados medios de transporte público por lo que si queremos conocerla nos tocará caminar. 


Los canales no están vallados por lo que hay que estar atentos si los peques ya andan que no caigan al agua (el baño en los canales, aunque no resulte apetecible, está además prohibido). 

Si aún no aguantan demasiado caminando, aunque es factible llevar silla (nosotras lo hicimos), no es la opción más cómoda, a mí me preocupaba el suelo por si era irregular pero se avanza bien, lo que sí hay que tener en cuenta es que nos tocará cargar con ella a menudo para pasar los puentes que cruzan los canales y que suelen tener escaleras o rampas con travesaños antideslizantes. Sólo vimos un par de puentes, que estaban señalizados como experiencia piloto, con escalones más bajos (también para la compra de los vecinos que utilizan carros es un problema) pero igualmente en estos casos conviene bajar al niño si pesa demasiado. Así que mi recomendación es que, si es posible, mejor mochila de porteo.


Por lo demás no es quizá la ciudad más kids friendly del mundo pero tampoco encontramos grandes impedimentos y a ellos les puede resultar un lugar curioso con tantos canales, góndolas y palomas en las plazas. 

Sí que es cierto que no abundan los bancos, que para sentarse a merendar o dar el pecho se echan en falta, ni tampoco los parques, aunque los Giardinni de la Biennale, donde se celebra la famosa feria internacional de arte del mismo nombre, fueron un descubrimiento. No teníamos previsto visitarlos, llegamos hasta ellos dando un paseo en una siesta del peque y es un lugar muy agradable e ideal para niños no muy lejos de San Marcos. Un poco más adelante continúa la zona ajardinada con el Parco delle Rimembranze, con más zonas verdes y parques infantiles, pero nosotros no llegamos hasta allí. A posteriori encontramos un mapa en la web de la Ciudad de Venecia con más información en español sobre parques y baños públicos de la ciudad (detallando si incluyen cambiador) que nos pareció muy útil.



Webs útiles


Por último os dejamos algunas webs que pueden ser de utilidad a la hora de preparar un viaje a Venecia y algunos blogs de otros viajeros en los que nos informamos nosotros para preparar el nuestro.
  • Venezia Unica: Información y recepción turística de la ciudad, compra de pases turísticos y de transporte público
  • Blogs sobre viajar a Venecia con bebés:
    • 3 mujeres en ruta: 5 días en Venecia en julio de 2019 dentro de un viaje a Eslovenia
    • Modo traveller: visita de un día a Venecia dentro de un roadtrip por el norte de Italia
  • Otros blogs sobre Venecia:
    • Chavetas: también viajaron con su peque pero se centran más en el destino, muy recomendable porque es super completo y detallado, con mapas de cada barrio y qué ver o donde comer en cada uno de ellos


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