miércoles, 28 de octubre de 2020

León: planes para recorrer la provincia


León es una de nuestras provincias favoritas de España, siempre que la visitamos nos sabe a poco y estamos deseando volver. No en vano en poco más de un año hemos estado 3 veces y a principios de este 2020 el estado de alarma nos pilló allí y nos hizo regresar a casa con el plan a medio cumplir. 

Y es que es una provincia que combina una capital dinámica y con mucho ambiente, en parte debido a la vida universitaria y a las famosas tapas con las que acompañan las consumiciones de forma gratuita, con naturaleza desbordante, valles recónditos donde perderse y desconectar, practicar deportes o avistar fauna salvaje. 


Aquí van algunos planes para disfrutar de sus facetas más diversas:


  • Avistamiento de fauna salvaje

Cada vez hay más posibilidades en este ámbito, surgiendo multitud de empresas ante un mayor interés tanto por parte de españoles como extranjeros. Nosotros contactamos con Wildwatching Spain, con sede en Riaño organizan todo tipo de actividades: viajes, talleres fotográficos, avistamientos en distintos puntos de la península... Estábamos interesados en ver lobos, que se nos habían escapado en Zamora hace un par de años, y dentro de las opciones disponibles escogimos un pack oferta por su 10º aniversario de lobo y gato montés que incluía 4 esperas (como se conoce a las salidas en busca del animal), 2 de mañana y 2 de tarde, con 2 noches de alojamiento y desayuno por 205 €/persona.

 

Se puede escoger entre varios alojamientos, algunos con recargo adicional. Nosotros optamos por el Albergue la Portilla, incluido en el precio y la verdad es que nos sorprendió para bien. Se trata más bien de un hostal, con habitaciones dobles con baño privado, WIFI y ofrecen comidas. Está todo super cuidado y muy limpio. Además los dueños son muy majos, nos dieron varios consejos útiles y como salíamos temprano cada día nos dejaban el desayuno en la entrada con leche/café/té, tostadas, magdalenas, etc.

Para los avistamientos, que suelen durar unas 3-4 horas, te recogen en un punto acordado, en nuestro caso era Boca de Huérgano y desde allí en su 4x4 se accede lo más cerca posible del lugar donde han visto anteriormente una manada en el caso de los lobos (generalmente hay que andar algo pero no más de 15 minutos).

 



Para el gato montés la recogida es igual pero se va buscando desde el coche, se encuentran en varios campos cerca de carreteras secundarias y es relativamente fácil verlos, lo que cuesta más ya es tenerlos cerca para fotografiarlos sin que se asusten. 


 

Nosotros hicimos 3 salidas a lobo a 2 localizaciones distintas y 1 a gato montés y vimos algo en todas ellas. Tuvimos 2 guías, Neco y Rafa, y estuvimos muy a gusto con los dos. 

 



En la última salida de lobo se nos resistió un poco y sólo vimos 2 cachorros poco rato pero el tiempo no acompañaba nada, estaba lloviendo y con viento. Aún así tuvimos mucha suerte por todo lo que les vimos en las salidas anteriores, hay que ir mentalizado que se trata de animales salvajes con comportamientos y rutinas que pueden cambiar de un día para otro.


 

En general el norte de León y la vecina Palencia son también una zona donde ver otros animales como osos o ciervos. Estos últimos atraen las miradas especialmente en época de berrea para poder disfrutar de su bramido y si hay suerte de una pelea entre machos. 

 

Hay que tener en cuenta que los machos suelen ser más difíciles de ver y hay que armarse de paciencia, buscar sitios apropiados y no hacer ruido. Quizá así a veces se obtenga la recompensa.



 


  • Riaño 

La historia de esta localidad (y del resto del valle) es realmente triste. Aunque el plan para construir un embalse que inundaría todo el fondo del valle, afectando con ello a 9 pueblos y más de 1000 vecinos, se aprobó en 1965, su ejecución se alargó durante más de 20 años, lo que supuso que fuera la generación siguiente la que sufrió las consecuencias. Muchos vecinos se negaban a la expropiación, se produjeron manifestaciones y algunos fueron echados por la fuerza. Se aprobó la construcción de un "Nuevo Riaño", el actual, por encima del nivel del agua pero para entonces muchos vecinos ya se habían tenido que marchar. Finalmente la presa se cerró en diciembre de 1987, curiosamente cuando en enero de 1988 entraba en vigor una ley de la UE que impedía construcciones como aquella por su alto impacto ambiental. Aquí os dejamos un reportaje de Informe semanal de 1985 sobre todo esto. 

 

 

No sabemos cómo sería el viejo Riaño, el nuevo desde luego no es nada bonito y no tiene mucho que ver. Lo que sí podemos es deleitarnos con los productos locales que venden: carne, miel y legumbres en la carnicería Yordas, empanadas o bollos preñaos en la panadería Tomás o nuestra perdición, las burebanas, unos pequeños bizcochos rellenos de crema de cacao en cualquier supermercado.

Quizá el único rincón con encanto es en el que se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, traída del anegado pueblo de La Puerta. Es una iglesia del siglo XIII, que en su interior alberga pinturas románicas, góticas y barrocas cuyo estilo se considera endémico de la montaña leonesa.


Junto a ella uno de los 2 hórreos tradicionales leoneses que se salvaron, de los aproximadamente 80 que existían.


Las vistas desde aquí son muy bonitas, con el embalse a los pies y montañas como el Gilbo o los Mampodres emergiendo de las aguas. No en vano aquí dicen está el banco más bonito de León.

 

La existencia del embalse permite ahora realizar algunas actividades, como paseos en barco o alquiler de canoas, paddle surf o motos de agua.

 

  • Lois

Bonita localidad en el fondo de un valle a más de 1.200 metros de altitud, ya sólo llegar hasta ella merece la pena, aunque la carretera a través de la garganta formada por el río Dueñas no es muy ancha y hay que tenerlo en cuenta si se va con autocaravana. Además de la arquitectura tradicional, con casas nobles de los siglos XVII y XVIII con escudos de armas en las fachadas, destacan la Catedral de la montaña y la Casa del humo.

 

La Casa de Humo es una casa típica de la zona de más de 200 años, con techumbre a dos aguas y cubierta de paja de centeno con su horcón en el centro de la fachada sujetando el cumbre. Se llamaba así porque siempre estaba llena de humo al no tener chimenea ni salida de aires para el humo producido en interior. Hoy en día alberga una tienda.


Pero sin duda la protagonista del pueblo es su iglesia parroquial, conocida como Catedral de la montaña por su impresionante tamaño. De estilo barroco tardía sin ornamentos, es de mármol rojo veteado procedente de una cantera local.

 

En el pueblo también hay un hostal-restaurante donde comer o alojarse si se quiere disfrutar de la zona con más calma y hacer alguna de las rutas próximas.


  • Ponferrada

Sin duda el mayor aliciente de la capital del Bierzo es el Castillo de los Templarios, al lado del cual encontramos además la Oficina turismo.

 

Declarado Monumento Nacional en 1924, fue construido entre los siglos XI y XV, cuando Ponferrada pasa a depender de la Orden del Temple por donación de los reyes leoneses y éstos amplían y mejoran una pequeña fortaleza que encuentran en el lugar para defender mejor el Camino de Santiago. Entre junio y octubre abre todos los días menos los lunes. Es de pago.

 

Frente al Castillo está el Museo de la radio Luis del Olmo, situado en la Casa de los escudos, una casona solariega de estilo barroco e influencias rococó, con una gran colección de radios (alrededor de 200) cedida por el periodista de la localidad. A pocos metros de allí la Basílica Nuestra Señora de la Encina.

 

Camino a la plaza Ayuntamiento se atraviesa la curiosa Torre del reloj, sobre la única puerta de la muralla medieval que se conserva. A su lado encontramos la antigua cárcel ahora Museo del Bierzo.

 

Otros museos de la ciudad son el Museo de la Energía o Fábrica de la luz (antigua central térmica reconvertida a la que se puede llegar en coche o desde el centro dando un paseo junto al río en unos 30 min) y el Museo del ferrocarril, en el que se guarda memoria por ejemplo de que el último tren de vapor que circuló en España lo hizo aquí. 

Para los furgoneteros una gran noticia es que la ciudad cuenta con área de autocaravanas gratuita junto al Albergue de peregrinos. Es grande (y al lado hay un aparcamiento aún mayor), está bastante nivelada y tiene servicios aunque el agua sale con mucha presión y es difícil cargar sin acabar empapado.

  • Las Médulas

    Las Médulas están consideradas la mayor mina a cielo abierto de la época romana, motivo por el cual fue declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad. 


Se trata de una de las mayores obras de ingeniería de la antigüedad, con la naturaleza transformada una vez más por la acción del hombre. 

Los romanos encontraron aquí una gran fuente de oro con la que llenar las arcas imperiales. El proceso mediante el cual lo extraían se conoce como ruina montium, deshaciendo literalmente la montaña con el paso del agua. Inicialmente se excavaban galerías ciegas para después lanzar una tromba de agua por ellas. La presión del aire atrapado en su interior hacía explotar el terreno arcilloso y toda la masa de arcilla desprendida se recogía en canales de madera, de las que se extraían los cantos rodados (que aún hoy podemos ver apilados en montones llamados murias o pedreiras), y se filtraban a través de ramas de brezo que retenían el oro. 

 

Se llegaron a acumular tal cantidad de materiales estériles que se taponó la salida natural de agua del valle, formándose el cercano Lago de Carucedo.

El circo principal de explotación (Valiñas) se encuentra en el pueblo de Médulas, aunque hay otros visibles en los pueblos de alrededor. En este pueblo, hoy totalmente turístico lleno de restaurantes, encontramos también el Centro de Recepción de visitantes y el Aula arqueológica. Allí se puede obtener información de la zona como un mapa con lugares de interés y senderos. 

 

Para acceder allí debemos aparcar a la entrada del pueblo en un aparcamiento asfaltado gratuito no permitido para autocaravanas. Éstas debemos dejarlas en una campa junto al cementerio, 5 minutos antes de llegar al pueblo.

 

Desde la carretera y el aparcamiento ya tenemos vistas de estas llamativas paredes de arcilla de color rojizo. 


 


Para recorrer el recinto hay varios recorridos propuestos. El más famoso es el de Valiñas, que en 3-4 km nos lleva en un paseo circular entre castaños (algunos inmensos) hasta la Encantada y la Cuevona.



También es posible ir directamente hasta ellas por el camino más corto y volver. Todo el recorrido circular nos llevó yendo tranquilamente algo más de una hora y lo hicimos en sentido contrario a las agujas del reloj, aunque el camino de la derecha empieza con una cuesta más empinada.




Otro de los recorridos más asequibles es el del lago Somido, desde el que podemos disfrutar de buenas vistas de las Médulas y el valle. 




Nos lo habían propuesto en el Centro de recepción de visitantes y nos enseñaron una foto hecha desde allí muy bonita. Aunque no lo encontramos igual y estaba un poco bajo de agua, merece la pena el paseo de unos 20 minutos y tiene el encanto de ser un lago lleno de nenúfares.




De camino encontramos un par de laguitos más pequeños aunque con poca agua también y al llegar al lago Somido hay al final del camino un mirador hacia el valle con el lago de Carucedo al fondo.





Otra opción es hacer la senda perimetral, una variante más larga por todo el recinto que no pasa por la Cuevona pero sí por otro de los puntos de interés, el Mirador de Orellán, desde el que se tiene una de las vistas más famosas de las Médulas. 



Hasta este mirador se puede ir también desde la senda de Valiñas andando por un tramo corto pero de fuerte desnivel indicado en el camino o en coche hasta unos 700 m de él, donde hay un aparcamiento y que fue la opción que escogimos nosotros. 

Una vez allí el acceso al el mirador es gratuito y merece mucho la pena porque las vistas son impresionantes. 

Sin embargo recorrer por dentro las galerías es de pago y se accede en grupos cada 30 minutos.




  • Peñalba de Santiago 

    Incluido en el listado de Pueblos más bonitos de España, realmente llama la atención el buen estado en el que se encuentra sin haber sucumbido a los reclamos turísticos. Esa autenticidad y su ubicación inaccesible en el conocido como Valle del Silencio la llevaron rápidamente al top 5 de los pueblos más bonitos que hemos visitado en nuestro país (aunque quizá no se aprecie bien todo su encanto en las fotos).


Esta zona hace honor a su nombre y es ideal para desconectar, apenas hay cobertura. Desde el pueblo se pueden hacer varias rutas (más información en su web), probablemente todas recomendables ya que el entorno es espectacular, ocupado por un bosque de castaños gigantes y robles. Entre ellas quizá destacan las de la cascada de Fegueira, la cueva de Genadio, los Montes de Valdueza...

 

Nosotros tuvimos mala suerte con el tiempo ya que estuvo lloviendo casi todo el tiempo que pasamos allí. Aún así no queríamos irnos sin explorar un poco y provistos de paraguas y chubasquero pusimos rumbo a la cueva de Genadio.

 

 

Se puede hacer como recorrido circular en unos 4 km y en el regreso visitar un Canal romano. Es un paseo bastante sencillo apto para familias, el camino no tiene pérdida y está en buen estado, aunque con lluvia suele haber barro. Aún así el bosque adquiere una belleza especial con las nubes y la intensidad que aporta al color el agua.

 

Para llegar a la cueva hay que superar un pequeño desnivel pero asequible y una vez allí podemos entrar a ver el pequeño altar a San Genadio y dejar un mensaje. Además nos llevamos una sorpresa al encontrar un habitante alado, un pequeño murciélago.




A la entrada del pueblo hay un aparcamiento asfaltado gratuito y otros 3 de gravilla antes de llegar. Estos últimos están en general bastante planos y son más tranquilos si se quiere pernoctar (nosotros dormimos ahí).

 

El pueblo es muy bonito, el suelo empedrado con calles estrechas, casas de piedra con tejados de pizarra y balcones de madera. 


 

La iglesia de Santiago, con orígenes en el siglo X, se puede visitar gratuitamente de miércoles a sábado mañana y tarde y los domingos por la mañana. 

 

 

Además podemos encontrar varias casas rurales y un restaurante donde reponer fuerzas pero desconectar a la vez. 
Para llegar al pueblo desde el Norte el acceso con vehículos grandes como autocaravanas es mejor por la carretera que sube al puerto de Morredero (donde se encuentra una estación de esquí) aunque para bajar al pueblo la pendiente es bastante fuerte. La otra carretera que va por el fondo del valle es más estrecha y aunque con furgoneta se puede pasar, con lluvias hay riesgo de desprendimiento y la circulación está prohibida. Además de camino desde Ponferrada podemos hacer una parada para contemplar el tejo milenario de San Cristóbal de Valdueza. 
 

 


  • Castrillo de los Polvazares

Otro pequeño pueblo leonés que podemos encontrar en el listado de los más bonitos de España. 

No es muy grande pero es muy agradable pasear por sus calles empedradas, entre casitas bajas, algunas señoriales, del color ocre de una piedra que tanto ha vivido al encontrarse en pleno Camino de Santiago.



El coche hay que dejarlo a la entrada en un aparcamiento gratuito.

Aquí podemos además degustar uno de los afamados reclamos gastronómicos de la zona: el cocido maragato. Nosotros lo comimos en el Mesón La Magdalena, yo ya lo conocía de haber estado hace años y sabía que se comía mucho y bien y quedamos muy contentos tanto con la comida como con el trato recibido.

Al parecer al menos entre semana no ofrecen carta y el cocido maragato, popular por comerse "al revés", es el protagonista. Se empieza con los garbanzos, la carne y el compango, siguiendo por la sopa y acabando con unas natillas. 



Se puede repetir y si no te lo acabas te lo ofrecen para llevar en un tupper. El menú son 16,5 € por persona con bebida aparte. Nosotros pagamos 40,50 € entre los 2, llevándonos sobras como para comer otro día y con una botella de vino rosado de la zona de regalo.



  • Astorga

Astorga es una de las visitas típicas en León. No en vano tiene atractivos como su impresionante Catedral, el Palacio Gaudí, el Museo del Chocolate, la Plaza Mayor... sin olvidarnos de lo gastronómico: embutidos, cocido maragato, chocolate, pastas...

Quizá lo más conocido es su catedral, construida entre los siglos XV y XVIII lo que da idea de la gran evolución estilística que en ella podemos encontrar, ya apreciable por los colores de sus dos torres.

En su interior alberga un retablo mayor considerado el primero del romanismo español.  


Junto a la catedral están el Hospital de San Juan y  la Capilla de San Esteban, que nos llamó la atención porque en ella se encuentra la Celda de las Emparedadas. La inscripción sobre la pequeña ventana exterior mantiene el recuerdo de los emparedamientos femeninos llevados a cabo en esta celda que se tapiaba como penitencia "voluntaria": Acuérdate de mi juicio, porque así será también el tuyo. A mí ayer, a ti hoy.  

 

Como contrapunto, el palacio episcopal o de Gaudí parece el típico palacio de princesas de Disney con sus cúpulas cónicas negas y sus infinitas ventanas de distintos tamaños y formas. Sin embargo era la residencia del Obispo Juan Bautista Grau, que le encargó al arquitecto catalán su construcción tras el incendio de la anterior. Desde 1963 acoge el Museo de los Caminos con exposición de piezas de la Diócesis asturicense.

 


Frente al Palacio de Gaudí está la oficina de turismo, donde nos recomiendan además de lo más famoso, el mosaico junto al Convento de San Francisco o estar frente al Ayuntamiento en la Plaza Mayor a la hora en punto para ver a los maragatos tocar las campanas.

 

Así lo hicimos y pudimos disfrutar de los personajes de Juan Zancuda y Colasa atizándole a la campana alternativamente como vienen haciendo desde 1748, aunque tenemos que reconocer que esperábamos algo más....

 

El edificio en sí es de todas formas un tesoro en sí mismo. Del siglo XVII, ha sufrido varias reformas, la última de ellas en 1994.

 

La plaza, aunque no cerrada del todo, mantiene las características típicas de la casa de la villa en un lugar predominante, rodeada de edificios con soportales.  

Lo mejor como siempre es dar un paseo y perderse por las calles de la localidad. No es una ciudad grande y no necesitamos más de mediodía para recorrerla. Desde el paseo de la muralla, aunque apenas quedan restos romanos, podemos disfrutar de buenas vistas sobre la sierra del Teleno.




Para aparcar nosotros utilizamos un gran aparcamiento que hay detrás de la catedral, pero hay que tener cuidado porque es zona inundable y no se puede dejar con lluvias. 

En Astorga además hay área de AC gratuita detrás de la plaza de toros aunque nosotros estuvimos y sólo la usamos para vaciar el potty y descargar aguas grises, ya que el agua potable sale con mucha presión y se nos soltaba la manguera.

 

  • León

Si algo hay famoso en León, además de su impresionante catedral, son el barrio húmedo y el barrio romántico, donde encontramos decenas de bares donde con la consumición nos dan un pincho o tapa, en algunos casos a elegir. En realidad es algo típico de toda la ciudad pero estas 2 zonas son las más populares y céntricas.

Nosotros ese día habíamos comido el cocido maragato y no teníamos nada de hambre. Aún así probamos El Flechazo (un bar normal pero ricas las patatas que pueden ser normales, picantes o mitad-mitad) y el Camarote Madrid (a elegir entre salmorejo, gazpacho, olivas, patatas fritas normales... pero no nos convenció demasiado el ambiente ni los pinchos).

Como habíamos leído que incluso para el desayuno se cumple esta costumbre, decidimos compensar desayunando en El Patio donde tomamos zumo naranja natural, zumo melocotón, colacao, 2 pinchos tortilla, pulga calamares y un bizcocho por 6,90 €.

Aquí os dejamos un mapa con algunos de los locales que habíamos buscado que suelen recomendar:

 

León cuenta además con un "área de AC", en realidad un aparcamiento junto al Centro comercial León Plaza, del que 23 plazas son reservadas a autocaravanas. El resto se pueden usar pero son de estacionamiento regulado hasta las 20:00 horas. El terreno es plano, hay para cargar agua y descargar grises y wc y la estancia máxima es de 48 horas.

Pero no sólo de pinchos y bares hace gala León, sino de ser una ciudad cómoda, manejable, con mucho que ver pero con todo al alcance de la mano.

 

Nosotros recurrimos como de costumbre a la Oficina de turismo de la ciudad, situada frente a la Catedral, para obtener un mapa, horarios y consejos para la visita.

Entre las recomendaciones principales encontramos:

    • Catedral: impresionante templo construido entre los siglos XIII y XIV, auténtica joya española del gótico clásico, con pórtico central encuadrado entre 2 esbeltas torres de aguja y un extraordinario rosetón, es famosa por sus 1800 metros cuadrados de vidrieras de origen medieval. 


Abre a diario con distintos horarios y la entrada general son 6 €. También se pueden visitar el museo y el claustro aparte por 5 € o con entrada combinada. Más información en su web.



Frente a la Catedral encontramos la Plaza de la Regla y otros edificios llamativos como el de la Diócesis de León o el Edificio Torreón.



    • Casa de botines: Este edificio singular de finales del siglo XIX fue diseñado por Gaudí con sus fachadas a cuatro calles y torres en cada una de sus esquinas. En la actualidad alberga un museo en su honor. 

A su lado, otro edificio señorial del siglo XVI, el Palacio de los Guzmanes, del que destaca su elegante patio, sede actual de la Diputación provincial y que se puede visitar por 2 € (más info aquí).


En realidad toda la plaza tiene interés, no hay edificio que no llame la atención, como el Ayuntamiento que ocupa todo un lateral. 



    • Real colegiata San Isidoro: conjunto monumental iniciado en estilo románico, incluye un Panteón real del siglo XI con bóvedas ornamentadas. La entrada a la basílica es gratuita y el museo y panteón cuestan 5 €. Una parte alberga hoy en día un hotel. 


    • Plaza de San Marcos: esta enorme plaza recibe su nombre del Convento de San Marcos, antigua casa primada de la orden de Caballería de Santiago, y que destaca por su impresionante fachada del siglo XVI. 



Hoy en día una parte del edificio es un Parador nacional cuyo interior seguramente se asemejará a un museo.


La iglesia, también del siglo XVI, destaca por su coro y se puede visitar de forma gratuita a diario.

 

Y dentro del Barrio húmedo, además de los bares encontramos el Casco histórico con numerosos puntos de interés: 

  • Plaza mayor: Tradicional plaza castellana con forma cuadrada, rodeada de edificios señoriales con pórticos en su planta baja.

 

 

Destaca en ella el Ayuntamiento viejo, construido a finales del s. XVII y entrada barroco-clasicista.



    • Plaza del grano: amplia y tranquila plaza de origen medieval con suelo empedrado que es el más antiguo que se conserva en la ciudad. Antiguamente se celebraba aquí el mercado del grano y de otros productos y herramientas agrícolas y en ocasiones incluso corridas de toros. 

Oficialmente recibe el nombre de Plaza de Santa María del Camino por la iglesia del mismo nombre de un lateral. A esta iglesia se la conoce también como Nuestra señora del Mercado y aunque el edificio es románico se ha visto muy transformado a lo largo del tiempo.

 


    • Murallas: Aún quedan en pie parte de las antiguas murallas romanas (con trazas medievales) que encerraban el recinto de la ciudad con forma de cuadrilátero y que fue rodeado más tarde por otras construcciones y deformado en las restauraciones de Alfonso V y Alfonso IX con apertura de nuevas entradas a la ciudad. 


En la actualidad delimitan el Casco Antiguo, son una de las más antiguas que se conservan en España y desde 1931 se les considera Monumento Histórico Artístico.

 



Para conocer más sobre ellas se puede visitar el Centro de interpretación del León romano, ubicado en la Casona de Puerta Castillo, un edificio con una dilatada historia que cuenta con exposición permanente de varios bloques temáticos y opción de visitas guiadas, todo gratuito.




Una cosa que no sabía y me sorprendió de León es su conexión por tren con otros puntos de la península. Y es que aquí para por ejemplo el tren que conecta Coruña con Barcelona, lo que nos permite llegar a la capital leonesa de forma fácil y cómoda desde un montón de ciudades del Norte de España. 

En mi caso lo utilicé para regresar a Pamplona y por tener una idea de los billetes, comprándolo con algo más de 2 semanas de antelación se pueden encontrar desde 12 € el trayecto. Teniendo en cuenta que León – Pamplona son aproximadamente 4 horas de viaje me pareció un precio excelente ya que para mí además pocos medios superan en comodidad al tren. 

Así que no tenéis excusas para visitar la ciudad y de paso toda la provincia que como veis tanto tiene que ofrecer!


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